jueves, 17 de marzo de 2011

Capitulo 34: Mis Recuerdos (Parte 1, Cristobal Hadsome)

Mis Recuerdos
                            (Parte 1, Cristóbal Hadsome)


            Estaba sentado en el sillón después de ir de caza con Stephanie y Grace. Había ya pasado más o menos cinco meses de mi transformación y  aun mi control era pobre. Todavía no me explicaba como Stephanie podía tocarme, besarme, sin sentir la urgente necesidad de matarme. Yo lo habría querido. Quizás que estupidez podría haberle hecho a mi hija. Temblé sin querer, Stephanie que me miraba con sus ojitos ámbar se dio cuenta, pero intento no preguntar. Yo no había sido muy justo con ella, la había evitado este ultimo mes y es porque me decidí a que no puedo mandar a la mierda mi matrimonio y a mi hija. Porque las amo, si, a Anais y Daniela, yo las amo. Aunque… no se compara con otros sentimientos que tengo, no se compara a lo que siento por la chica dolida que tengo a unos metros. Mierda, había sido tan injusto con ella y conmigo mismo porque nos amábamos, pero no podíamos tenernos, no podíamos ser algo mas que un recuerdo precioso guardado en mi cabeza. La mire nuevamente, ella miraba la ventana. Su pelo caía suavemente por sus hombros hasta llegar al principio de sus… ¡Mierda! No podía dejar de pensar en que la amaba con pasión.
-¿Qué pasa?- pregunto Stephanie sin mirarme. No le respondí porque no quería mentir y si decía la verdad… ahora estando solos, definitivamente no vamos a terminar bien…
Después de un rato ella suspiro casi imperceptiblemente y cuando soltó un sollozo me sentí miserable, así que me pare del sillón y me fui hacia el bosque un rato a pensar.
-Por si acaso, tu voz esta mas normal. Podrás hablar con… tu novia cuando quieras-. Sentí su voz romperse en la ultima oración.
-Gracias- conteste. Salí de la casa mientras escuchaba como ella no podía parar de sollozar. Podía imaginármela en el sillón sollozando por mi culpa, podía imaginar cual doloroso era para ella estar así porque para mi también lo era. Corrí hacia el centro del bosque y me senté junto a un árbol. No se sentía nadie a kilómetros a la redonda.
Miraba el cielo y recordé como, cumplido un año de que Stephanie se había ido, me decidí por la que seria mi esposa…
            “Ya era entrada la noche, en realidad no tenia ganas de nada y solo quería ir a acostarme. Se había cumplido un año de que Stephanie se fue y me dolía el corazón en demasía. Mi padre cree que es por la muerte de mi madre, pero no es así. Porque ni eso se compara a lo que siento cuando tan solo recuerdo a mi querida. Iba en el auto, ya un poco borracho, queriendo evitar el dolor. Me iba directo al departamento que por tantos días fue mi refugio con mi ex. Tenía que pasar por el frente del negocio de mi padre, pero no seria problema porque no habría nadie. Decidí ir en busca de algunas botellas de ron para apagar el dolor que me estaba quemando lento pero seguro. Estacione y me baje, casi pierdo el equilibrio y tambaleando fui hasta la entrada, pero no estaba solo. Ahí, cerrando el portón, estaba Daniela. La mejor amiga de mi ex, la chica que ahora recién mire… estaba hermosa; un vestido corto, unas lindas chalas, su pelo estaba amarrado en una coleta muy desordenada. Se veía sexy. Me acerque a ella con cuidado. Lo tome por lo hombros y ella salto del miedo.
-¿Qué haces aquí?- me pregunto cuando me vio.
-Iba de fiesta- contesté y sonreí por la ironía. ¿De fiesta? Solo quería morirme.
-Mmm…- solo dijo y siguió cerrando el portón. Ella estaba temblando, no se si de frío  o por los nervios. Yo sabía que algo le provocaba porque su mirada se encendía. Tome su cintura y la abrace, ella suspiro. Se dio la vuelta y quedo entre el portón y yo.
-¿Quieres acompañarme?- le pregunte cuando estaba besando su cuello. Asintió levemente. Nos subimos al auto sin llevar las botellas que había preparado sacar, pero daba lo mismo. Había otra idea en mi mente para sacar el dolor. Llegamos rápido, pero no la lleve al departamento, si no a un hotel.
-Pensé que iríamos al departamento- dijo inocente. Sonreí con pesar. Jamás la llevaría ahí, a nadie nunca. Subimos y al entrar ella dejo su bolso cerca de la puerta. Me tire a la cama inmediatamente, de repente me había dado sueño, mucho sueño. Ella se acostó a mi lado.
-Duerme…- me susurro en un canto, pero no quería dormir. No podía seguir viendo la imagen de Stephanie detrás de mis parpados, era insoportable… Me senté en la cama y la mire, el vestido se le había subido levemente y dejaba al descubierto sus piernas. Sentí el deseo. Y más que eso… sentí que olvidaba a Stephanie. Me alegre y ella sutilmente me acaricio la espalda. -¿Qué pasa?- pregunto. Tome su rostro y la bese. Fue un beso de necesidad, necesitaba olvidar todo. Ella no se quito y se acostó en medio de la cama, la seguí. Después de varios besos, ella busco mi mirada y con su voz suave me pregunto:
-¿Quieres acostarte conmigo?-. No tenia que decir más. Rápidamente le saque la ropa.”

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