sábado, 12 de marzo de 2011

Capitulo 29: Un Cambio. (Isabella Dawnther)

Un Cambio
                              (Isabella Dawnther)

            -Tenemos que apurarnos si queremos llegar a tiempo- dije y mire como Joseph venia detrás de mi con la misma cara que tenia en el camioneta cuando íbamos camino a Argentina. ¿Qué significaba?, ¿Qué pensaba cuando me miraba así? Temblé por lo desconocido.
-Lo se, Isabella- me respondió y sentí como mi nombre lo pronuncio en una caricia, con dulzura. Tenia que saber que pasaba, todo esto me estaba poniendo nerviosa y necesitaba mi cien por ciento para salvar a Emily del destino que se estaba condenando. Cerca de un árbol paré y Joseph casi choca conmigo. -¿Algún problema?- pregunto confuso, su mirada tan tierna. No sabia que contestar, ¿Qué le diría?, ¿Qué la manera en que pronunciaba mi nombre me hacia sentir nerviosa?, ¿Qué cuando lo miraba a los ojos me perdía completamente? Yo necesitaba un psicólogo, no, peor, yo necesitaba a un psiquiatra… era mejor que uno de esos me viera porque tenia el titulo de medico por ultimo.
-Joseph…- dije tartamudeando. Él se acerco y me arrincono al árbol.
-Dime- dijo con la voz temblorosa. Ambos estábamos completamente absortos en la situación y yo no sabia como pararla. Peor aun… ¿Por qué tendría que pararla? Dentro de mí yo sabía que desde la primera vez que vi Joseph quería que esto pasara. ¿Por qué? Dentro de mí sabia que lo que sentí la primera vez que vi a Joseph no se comparaba ni lo más mínimo a lo que alguna vez sentí por Vicente, eso era nada en comparación con lo que Joseph me producía.
-Yo…- susurre. Joseph se acercaba cada vez a mí y tenia que hacer algo para parar esto porque no era correcto. Había una excelente razón, pero no podía acordarme cual.
-¿Qué?- pregunto, mas cerca de mi, su boca estaba tan cerca de la mía, podía sentir su respiración lenta, pausada, pero forzada a ser normal.  La mía estaba igual tenia que admitirlo. –Isabella, por favor dime… ¿qué pasa?- murmuro y no podía mas. Mi cuerpo estaba entre el árbol y él, mi boca estaba cerca de la suya y se acercaba más y más. Que dijera mi nombre no me ayudo en nada a recordar la razón porque teníamos que seguir pero ¿A dónde?, ¿Por qué? No lo recordaba. –Bésame, Isabella- susurro y por fin sus labios estaban con los míos, rozándose levemente…
¡Un grito! Habían gritado tan fuerte y la voz era tan afinada que era obvio que era un vampiro, además su tono…
-¡Emily!- grite y Joseph tomo mi mano para correr hacia la casa de Francisca.
Si hubiera sido humana, mi cara estaría roja como la sangre mas intensa. No podía creer que había olvidado todas las razones importantes de porque me movía solo porque Joseph rozo sus labios con los míos. ¿Qué me pasaba?, ¿amor?, ¿en tan pocos días?
Estaba tan confundida…
-Isabella- dijo Joseph, pero su voz estaba cargada de dolor y miedo.
-¿Qué pasa?- pregunte aferrándome a él en un abrazo.
-Mira-. Y mire…
-¡NO! ¡Franco!- grite. Ahí estaba a punto de ser despedazado por Francisca frente a la mirada atónita de Emily.

No hay comentarios:

Publicar un comentario