lunes, 7 de marzo de 2011

Capitulo 18: Unidad Indivisible


Unidad Indivisible

Martes, 7 de enero.

Querido Diario:
            Amigo del alma, si supieras... Por dios, por fin encontré todo lo que yo andaba buscando. Encontré mi pasado y junto con ello a mi hermana y una de mis mejores amigas en mi vida humana. Ha sido todo tan maravilloso y me siento completa y feliz. Estoy radiante aun sin saber mucho mas detalles, tan solo estoy feliz por tener a alguien que nunca me dejara. No he querido saber más pormenores sobre la muerte de mi familia a manos de vampiros ya que aun necesito algunos testigos presentes, por ejemplo Grace, José Tomas y Tobías. Tengo que confesar que los extraño con la vida.
            ¿Te confieso algo? Hay algo que se me ha hecho muy difícil al encontrar todo mi pasado; la pelea entre Valeria Medina y Stephanie Dawnther. Ellas pertenecen a mi cuerpo y cada una tiene el mismo derecho de estar en él, pero ellas no son lo suficientemente buenas e inteligentes para poder convivir. Eso molesta... he intentando que ninguna de las dos desaparezca de mi pero ha sido un poco complicado e incluso mas de alguna vez solo he sido testigo de la pelea entre ellas por dominar mi alma y mi cuerpo por completo. Pero Stephanie no quiere vivir con Valeria y viceversa. Tan solo no quieren entenderse ni comprenderse y punto, no hay nada que no haya intentado para convencerlas. Ahora tan solo me siento a contemplar como se quieren matar entre ellas, como una quiere dejar en el olvido a la otra para poder subsistir... Tontas... no se han dado cuenta que no pueden vivir una sin la otra... son parte de un todo que debe ser respetado como tal.
            He llamado a Katherine un par de veces en estos días y le he contado sobre lo que me ha pasado. Ella esta fascinada con todo esto y me dijo que tenia algo que contarme, algo urgente y esencial en su vida que era imposible decir por teléfono. Pensé que podría ser algo relacionado con Max, aunque dentro de mí... lo dudo. Debe ser algo aun más importante, algo realmente trascendental. Mientras ella sea feliz... y este todo bien... bien.
            Estos días he estado arreglando la casa junto a Emily e Isabella, todo ha quedado muy bonito. Incluso la hemos comparado con la casona de la foto y se parecen mucho.
            Últimamente he estado pensando en algo que solo a ti te puedo decir... he pensando en Cristóbal. Estar tanto tiempo en Chile me ha pensar que yo soy tan débil como para enfrentar el dolor algunos minutos. Además mi ser quiere tener algún contacto con él antes de abandonar el recuerdo e irme a Johady sin retorno hasta aquí. No se que hacer y aun no quiero saberlo, deseo alagar mi estancia en Chile por un tiempo mas...
            Bueno amigo, debo dejarte porque hemos estado planeando pintar la casa de otro color mas vivo. Recuerda que siempre te querré... has sido de lo mejor que me ha ocurrido en toda mi vida...
                                               Adiós querido...
                                                                       Stephanie/Valeria... Medina/Dawnther.


Deje mi diario debajo de la cama como cada vez que escribía en él. ¿Cómo algo material se había hecho tan importante para mí? No lo entendía, pero ese diario era como si me estuvieran contando mi propia vida. Era fascinante.
Me quede sentada en la cama, la cama que nunca servia para su propósito, sopesando la duda que había escrito en mi diario. Poder ver la tumba de Cristóbal tan solo unos minutos y sentirlo conmigo era todo lo que estaba pidiendo... ¿Cuánto podría doler? Mala pregunta...
-Val... quiero decir, Stephanie- me llamó Isabella. Suspire sintiendo nuevamente como Valeria y Stephanie se odiaban entre ellas, intente no tomarlas en cuenta pero ellas gritaban...
-Voy- dije en respuesta. Cuando fui al patio principal vi como Emily e Isabella estaban preparadas para empezar a pintar la casa. Ellas brillaban como un diamante, como miles de piedras preciosas en perfecta sincronía. Salí de la casa y el sol llego a mi piel y las tres brillamos hermosamente.
Pasamos el día en la pintura de la casa, aunque podríamos haber demorado minutos entre las tres quisimos demorarnos horas y horas. Cuando la casa quedo lista de un intenso color verde agua claro nos fuimos de caza.
Mientras estábamos cazando quise poder haberme encontrado con Joseph o Felipe. Habría sido bueno contarles a las chicas que los conocí... pero, luego pensé que no seria muy buena idea, tenia claro que a Isa no le gustaría la idea de que yo haya conversado con Joseph y menos con Felipe. Quedamos satisfechas, tanto que pensé que iba a explotar. Caminamos lentamente a la casa, después de todo nada nos apuraba, pero a mi si... había algo que me apuraba, la decisión que acaba de tomar... intente con todas mis fuerzas proteger mi mente sin saber si lo logre pero por lo menos Emily no había hecho ningún gesto y comentario extraño en estos últimos minutos, en estos minutos que había tomado la decisión. Tan solo necesitaría que el tiempo fuera favorable para mi y todo funcionaria a la perfección... esperaba que Valeria se uniera a la pelea por la felicidad de Stephanie. Sonreí al pensar como yo pensaba en mí como una identidad distinta a Valeria... siendo que nosotras éramos la misma cosa...algo indivisible, pero por extraña razón estábamos divididas en metas distintas.
Nadie había querido romper el silencio de la caminata. Cuando llegamos a la casa fue lo mismo. Emily fue a leer un libro, Isabella escuchaba música y yo decidí ver mi serie. Aun cuando no la había visto en tres días pude entender de inmediato que estaba pasando, comprenderla no tenía mucha ciencia. Al rato deje de prestarle importancia a la serie y me concentre en la decisión que había tomado... tan solo tendría que esperar el tiempo adecuado. Luego recordé que en la habitación estaba Emily, la mire sigilosamente pero esta estaba viendo su libro concentrada. Creo problemas... ella estaba intentando no escuchar mis pensamientos. “Pero... me surgió una duda” pensé.
-Isabella...- llame.
-¿Si?-
-¿Emily tiene dos dones?- pregunte. Emily presto atención a nuestra conversa pero intento que no se notara.
-Si...- respondió Isabella.
-También ella- dijo Emily sonriendo. Mire a mi hermana y ella suspiro mirándome.
-Es una tontería... no me sirve de mucho cuando tengo la rapidez y el sigilo de mi lado- explico Isabella. Pero me dejo igual.
-¿Qué puedes hacer?- pregunte.
-Controlo las cosas con la mente. Puedo hacer que cualquier objeto que conozca se mueva a mi antojo, pero tan solo los objetos que alguna vez en la vida he visto- dijo Isabella con cierta modestia. Demasiada modestia para mi gusto.
-Genial...- susurre.
-Insisto que no es tan genial, tengo la rapidez y el sigilo de mi lado-. Mire el televisor de nuevo y estaba terminando mi serie y sentí que mi objetivo se había cumplido... me había distraído de mi plan y no pensaría mas en él mientras pudiera.

Eran aproximadamente las diez de la mañana y yo estaba en mi habitación mirando por la ventana. Luego de la conversa y del término de mi serie había subido a mi habitación como siempre a sentarme en mi cama y mirar por la ventana. Había estado pensando que el tiempo seria favorable para mí dentro de algunas semana e incluso meses, pero como si el destino quisiera que pudiera conseguir lo que me proponía, el día estaba completamente nublado y no daba señales de que el sol fuera a aparecer por un par de horas más. Me vestí casualmente pero también cuidando verme bien, baje y Emily con Isabella jugaban a las cartas. Isabella se quejaba de que Emily tenía una ventaja que ella no tenia, pero Emily alegaba que Isabella la dejaba sin su visión algunas veces. Intente sonreír y avise que saldría. Ninguna me pregunto donde y me di cuenta que mi intento por esconder que haría había sido en vano. Emily lo sabía desde que lo pensé por primera vez, pero se había reservado sus comentarios y solo se lo contó a Isabella. Subiéndome a la camioneta me pregunte como había sido tan tonta para creer que podría esconderle algo a Emily con mi escudo tan débil. Empecé a conducir y del cielo empezaron a caer gotas de agua... Llovía y eso no fue una buena señal. Estaba yendo a las puertas del infierno y no hacía nada por evitarlo, claro que no si eso era justamente lo que quería. Anduve mas despacio por la carretera para llegar a Santiago centro y luego hasta el antiguo hogar. Tuve miedo por encontrarme con lo que no quería sentir, con lo que no quería saber. Habían pasado cuatro años desde que me había ido de esos lugares para no sufrir y ahora volvía por cuenta propia. Era una tontería.
Leí el letrero que indicaba que pronto estaría cerca del bosque “Las Parcelas” y me estremecí. Por lo menos no tenía a Isabella o Emily aquí para que vieran como me caía a pedazos en este sitio. Nunca me verían así, me lo prometí a mi misma. A medida que me acercaba la sensación de vacío se hacia mas fuerte e incluso pensé en volver, pero no podía ser tan cobarde. Seguí y me estacione donde hace tiempo no iba; el ‘Gatuno’. Vi el local desde fuera y mi mente evoco los recuerdos que por cuatro años había intentado olvidar... la primera vez que lo había visto, cuando me llevo a comer un día que igualmente llovía, un beso, un abrazo... situaciones complicadas también. Estar ahí era quemarme viva e incluso peor. ¿Por qué intentar sufrir?, ¿Por qué si podía hacerlo lejos de aquí y tal vez dolería menos? Esto era masoquismo. “Olvidaremos y podremos empezar nuestras vidas de la manera correcta- dijo intentando calmar el llanto, pero luego negó con la cabeza lo recién dicho. -Te ame, Stephanie. Con toda mi alma... y creo que siempre lo haré- afirmo entre sollozos”... Las palabras me golpeaban demasiado y dolía... quería que esto parara pero había algo reconfortante en eso... saber que Cristóbal había estado conmigo alguna vez, que alguna vez yo había sido feliz con él.
Moví al cabeza de un lado a otro y luego entre al ‘Gatuno’...

No hay comentarios:

Publicar un comentario