jueves, 21 de abril de 2011

Capitulo 53: Encubrimiento.

Encubrimiento


         Había estado todo el día con dolores de cabezas fuertes y no sabia porque, en realidad sabia que algo pensaba que me provocaba, pero no podía recordar que. Estaba con Tobías de caza cerca de casa. Me llevaba haciendo una historia de toda mi vida de nuevo para ver si encontraba el hecho que me provocaba la molestia, como había llegado hasta este punto de la misma nada. Cuando de repente… ¡POR DIOS! ¿Cómo lo había olvidado? Recordé cuando Samantha hablo sobre nuestros poderes y dejo afuera a Tobías. Pero él si tenía su poder… razoné una y otra vez como ella no pudo darse cuenta y como a cada uno de nosotros de nos habíamos olvidado que él poseía un don magnifico y especial. Y él nunca negó… él jamás alego cuando Samantha no lo nombro. Tobías me miro algo confundido. Él se acercaba lento preguntándose el porque de mi expresión.
-¿Pasa algo?- me pregunto. Lo mire y sentí una gran dolor de cabeza… no recordaba que estaba pensando hace pocos segundos y cuando intentaba recordar que era sentía como mi cabeza iba a explotar… de nuevo.
-Nada- le respondí y me concentre en los árboles alrededor. Sabia que algo importante estaba pensando hace poco, pero ¿Por qué no podía recordar que era? Sentí un dolor en el estomago. Tuve que sentarme. “Demasiada alimentación por hoy” pensé. El dolor de cabeza no disminuía. Tuve que dejar mi mente en blanco, aun así, inconcientemente, trataba de recordar. No podía… Mierda… Mi cabeza…
-Lo siento- se disculpo ganándose a mi lado. Me tomo por los brazos y me puso en su regazo mientras yo quería borrarme el dolor de cabeza.
-¿Por qué lo sientes?- pude preguntar.
-Soy yo él que produce eso en ti- se confeso.
-¿Qué cosa?- le pregunté. Volví a olvidar todo lo que recién había pasado.
-Pensabas en mi poder- me recordó. Me pare de inmediato y lo apunte.
-¡Si! Pero… ya no recuerdo nada- le manifesté y mi cabeza dolió demasiado. Él se paro y me puso contra el árbol y él.
-Espera un poco- me señalo. Después de treinta dolorosos segundos, deje de sentir que mi cabeza reventaba.
-¿Qué paso?- le pregunté. Me tambalee y tuve que apoyarme en el árbol para no caer.
-Hace un tiempo descubrí que puedo encubrirme. Nadie puede saber que soy un vampiro no normal- me dijo. Lo mire algo escéptica.
-¿Cómo es eso?-
-Cuando alguien intenta pensar en mi don principal, o sea dejar sin sentidos, este mismo hace que le duela todo el cuerpo y que pronto lo olvide. Por ejemplo, Samantha no pudo nombrarme porque cuando iba a hacerlo, un dolor de cabeza lo impidió. Ella de inmediato borro la idea de verme de nuevo. El sufrimiento es muy intenso- me dijo Tobías. Asentí. Lo había vivido recién.
-¿Eso también hace que lo olvidemos? Porque juro que había olvidado por completo tu don-. Tobías sonrió.
-Si, también-.
-¿Hace cuanto lo descubriste?- le pregunté. Tobías cambio la cara, se puso muy triste.
-Hace unos meses. No recuerdo cuantos exactamente, creo que perdí todo recuerdo después de que José Tomas... Bueno, cuando él murió- me contesto con gran pesar. Suspiro y luego continuó: -Un día José Tomas se acordó de mi poder y le dio un gran dolor de cabeza. De inmediato escribió en un papel lo que había pensado para no olvidarlo. Cuando me vio me entrego el papel y me sorprendí. Él había escrito “Tobías= dejar sin sentidos”. Le pregunté que significaba y José Tomas no se acordaba de nada, así que tuve que recordárselo. A él le volvió a dar dolor. Me contó después de que yo controlara todo esto, que cuando se acordó de mí y mi poder y le dolió el cuerpo lo escribió para no olvidarlo porque ya había conocido a alguien quien tenía un don parecido, pero el vampiro podía encubrir su presencia. Nadie sabía que estaba allí hasta que él quería. Y, al igual que yo, cuando trataban de recordarlo, sentían fuertes dolores- me explico Tobías. “¡Guau! Que genial” pensé. Y sonreí.
-¿Y porque no nos habías contado?- le pregunté.
-Porque no se había presentado una oportunidad. Además nadie quiere sentir ese dolor- me contesto.
-¿Se me olvidara?, ¿mi escudo no puede hacer nada contra eso?- le susurre. Él me miro.
-Intentemos-. Me senté y él se sentó al frente. Empecé a sentir los dolores cuando pensé en su poder. Intente poner mi escudo y lentamente los dolores se fueron apagando, fue lento, pero seguro. Hasta que no sentí nada.
-Listo- le dije.
-¿Segura?- me pregunto. Asentí con la cabeza, Tobías intento darme mas daño en la cabeza, pero me protegí aun más. No sentí ninguna dolencia más. Él sonrió al mismo momento que yo.
-Eres genial- le declaré.
-No más que tú- me respondió. Seguimos cazando, pero me protegía… No quería olvidar que Tobías era más que increíble.

No hay comentarios:

Publicar un comentario