jueves, 21 de abril de 2011

Capitulo 48: Nuestro Vampiro Bueno...

Nuestro vampiro bueno…
(Elizabeth Miller)

         Estaba casi a punto de matarme cuando llego un vampiro. “Estamos muertas” pensé. Pero no sin luchar, me gane enfrente de Carla y tome a Anita en mis brazos. Ella estaba con los ojos abiertos, casi saliéndose de sus orbitas. Estaba nerviosa y ese vampiro no hacia nada bueno por mantenerla mejor.
-Tranquila- nos susurro. Pero encontré un poco de maldad en su voz, ¿o era temor? Retrocedí un paso para alejarme de ese chupasangre. –De verdad, mi nombre es Joseph. No pretendo dañar a ninguna- nos aseguro, pero aun así dude. Deje a Anita en su cuna y me acerque a él.
-¿Qué quieres?- le pregunté.
-Saber que ha sucedido y por lo que veo, ella necesita ayuda- respondió indicando a Carla. Ella seguía inconciente y temí que tuviera secuelas.
-Bien, ayúdame- le pedí. Joseph tomo a Carla mientras yo tomaba a Anita. La abrigue rápido por si acaso y fui a la pieza de Carla. Le hice un bolso con ropa a Carla, Joseph me seguía. Bajamos con cuidado, intentando mandar a la mierda la escena mas macabra que había visto… intentando olvidar que mi hermana estaba ahí y una chica esperaba en la puerta. Se acerco a Joseph y lo abrazo. Él, con la agilidad propia de un vampiro, tomo a Carla en un brazo y con el otro tomo a su novia, supuse.
-¿Qué ocurrió, Isabella?- le pregunto y esta tan solo sollozaba. Luego Joseph empezó a comprenderla no se como. Él tuvo la peor mirada de tristeza. Todo estaba vuelto un caos.
-Joseph… por favor, necesito que un medico vea a Carla- le pedí. Isa me fulmino con la mirada, pero no le preste mayor atención. Por ahora me interesaba lo mas mínimo. Fui al patio trasero y me subí al Volvo, Joseph también se subió dejando a Carla en el asiento de atrás junto a mi.
-¿Dónde?- pregunto Joseph.
-A donde sea… lo más próximo- chille. Él empezó su conducción. Fue rapidísimo, aun más que yo y creí que en cualquier momento nos estrellaríamos. No encontramos nada por lo menos en los próximos quince minutos. Joseph tomo un calle desconocida para mi y llego hasta una clínica.
-Diremos mi nombre- me aclaro. Entramos y él sostenía a Carla firme. Detuvo a una enfermera y esta se sobresalto por la belleza de nuestro acompañante, luego ella me miro a mi confusa y negué con la cabeza. Ella debía pensar cosas erradas. La enfermera trajo una camilla y se llevaron a Carla a un sala a la que no nos dejaron entrar. Ahí quede viendo la puerta de la sala que no se nos permitía shockeada por todo lo que había sucedido este día. Apenas había pensado en que me había quedado completamente sola de no ser por mis sobrinas. Abrace a Anita, que dormía placidamente, y me puse a llorar. Joseph se sentó a mi lado y paso un brazo por mi hombro.
-Siento todo lo que a sucedido hoy- se lamento. Pero algo tenia en la garganta, algo no quería decirme.
-Suéltalo ya-
-Cristóbal ha muerto- me confeso. Lo mire enloquecida. ¿Qué?, ¿Cristóbal había muerto? Luego de sostener su mirada ciertos segundos, enterré mi cara en mis manos y en el pelo de Anita. Joseph no sabia que hacer para consolarme. Quito a la bebe de mis brazos y la meció para que se durmiera nuevamente, mi llanto la había despertado.
Habrán pasado por lo menos treinta minutos y un doctor salio a contarnos sobre el estado de mi sobrina.
-Ella se encuentra perfectamente- me respondió cuando le grite la pregunta. Joseph intentaba contenerme. El doctor trago pesado. –Tan solo tiene un problema- nos contó.
-¿Qué problema?- le pregunto Joseph porque yo me había quedado sin habla. Mierda, había fallado. Le había fallado a mi hermana, no pude cuidar bien a mis sobrinas.
-Ella ha perdido la memoria- nos dijo. Suspire un poco mas tranquila. Por lo menos ella caminaría y seria una niña normal, tan solo comenzarían sus recuerdos de nuevo, seria normal. Si vivir entre una bebe como Anita y vampiros era normal…
-Bueno, gracias por decirnos- le dijo Joseph como despedida y nos fuimos a sentar a la sala de espera.
-Gracias al cielo- susurre. Él asintió lentamente. –Y gracias a ti- agregue. Joseph sonrió y dijo que de nada. A los segundos estaba entrando Isabella junto a una chica de pelo castaño y ojos casi negros… ¿era Stephanie? Por Dios, ella estaba destruida. Se le notaba su cara de tormento y luego recordé que Cristóbal había muerto. Me trague las ganas de llorar. Joseph me entrego a Anita y fue hacia Isabella. La abrazo y beso mientras esta sollozaba aun. Stephanie se quedo quieta mirando el vacío, pero su mirada estaba vacío, sin brillo ni color. Temí que algo malo pudiera sucederle… podría desmayarse. ¿Los vampiros pueden desmayarse? En seguida Joseph la abrazo junto a Isabella. Ella se quito y vino hacia mi. Me estremecí.
-¿Quién es ella?- pregunto con voz monótona. Parecía una muerta viviente.
-Es Anita- tartamudee. Ella seguía sin comprender. –Es la hija de Daniela- aclare y cuando dije el nombre de mi hermana temblé. Stephanie se sentó a mi lado y suspiro.
-Lo siento, yo también la quería mucho. Fue una gran amiga. Era una gran persona, ella dio su vida por la bebe-.
-No es necesario que lo digas- le pedí. Ella se acallo lento. Me quito a Anita de los brazos y la mantuvo en el aire.
-Es idéntica a Daniela- susurro. Asentí. Después la acuno. Su rostro seguía sin tener alguna chispa de alegría. Mire la entrada y vi como cinco vampiros se nos unían a la charla.

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