jueves, 21 de abril de 2011

Capitulo 51: Despierta, empieza el teatro.


Despierta, empieza el teatro

         A las horas nos fuimos al hospital, llegamos y estaba todo igual, excepto porque hoy podríamos ver a Carla. Se había decidido que entraría Beth, Anita y yo… sus ‘familiares mas cercanos’, por lo menos Anita y Beth lo eran. Había venido Alex y Pablo y conversaban con Emily y Franco. Se habían echo buenos amigos. Loreto y Marcelo estaban en la nueva casa que Grace había adquirido arreglando todo junto a Isabella y Joseph. Felipe también había ido, pero volvió a ver como se encontraba Elizabeth. Ella estaba tomando otro café.
-¿De esto te alimentas?- le pregunté mientras me sentaba a su lado.
-Por lo menos, me mantiene despierta- me dijo. Elizabeth estaba ojerosa, su piel blanca como la nieve, su pelo estaba desordenado. Le quite el café de las manos y me lo empecé a tomar.
-Después de ver a Carla tendremos que irnos a la casa para que Anita este más cómoda y para que duermas un poco- le dije y después bebí café, Beth lo miro preguntándose si se lo devolvería: -Volviste a perder el café- le dije riendo. Ella sonrió y bostezo a la vez.
-Bueno, ¿Cómo estamos para ver a Carla y darle un hogar a las chicas?- nos dijo Emily. Grace que se había sentado y no se movía desde que nos habíamos ido, se movió por fin, un poco mas animada.
-Bien, supongo- susurro. Emily le sonrió dándole apoyo.
Los minutos pasaron rápido para mí, pero Beth tenia una expresión inexplicable. Se movía de un lado para otro con un café a cada instante, iba a terminar intoxicada con tanta cafeína. Isabella había vuelto, pero sola. Joseph se quedo con Marcelo y Loreto porque habían ido a ver la casa de Cristóbal. Algo iban a hacer con ella, espero que no la hayan destruido.
-Familiares de Carla Hadsome- nos llamo un doctor, en su nombre se veía ‘Mikael Berger’. Todos nos acercamos a él esperando que diera noticias buenas. –Son bastantes- dijo más para él que para nosotros. –Bueno, como saben Carla ha estado en una situación muy grave, pero ha salido de ella sin mayores contratiempos-. Escuche a Beth botar un suspiro tranquilo. –Pueden verla tan solo sus familiares mas cercanos, pero como en la ficha de entrada no hay mucho quisiera, primero, que me informaran quienes son sus padres-. Todos miramos a Elizabeth. Ella levanto la mano.
-Yo soy su madre, no tiene padre- dijo Beth.
-Bien, ¿algún otro familiar cercano?- pregunto el doctor.
-Yo soy su hermana junto con la bebe- dije y luego tome a Anita, quien había estado con Franco antes.
-Bueno, eso era. Pueden entrar dos personas por vez- nos aviso.
-¿Tan solo yo y Stephanie?- dijo Beth sorprendida porque no pudiera entrar Anita.
-Si, esperemos que ella este más estable para que vea a su hermana pequeña- nos dijo el doctor con algo de molestia. Suspiramos en común, le entregue la bebe a Franco de nuevo y tome el brazo de Beth, quien se estremeció por mi temperatura.
-Estamos listas- dijo ella. El doctor Berger nos llevo por un pasillo completamente blanco, tenia innumerables puertas y en cada una se sentía un poco de olor a sangre, reprimí la ponzoña que se acumulaba en mi boca. Me empecé a preguntar si era buena idea que yo entrara.
-Aquí es- dijo el doctor mientras habría la puerta de la habitación numero 28. Me sentí nerviosa y Beth estaba igual. Carla estaba sentada en una cama con sabanas blancas conectada a muchos cables y con suero. Ella miraba hacia delante con la mirada mas que perdida, una mirada profunda, no tenia idea que pensaba y desee tener a Emily para que me dijera o por ultimo para comprobarlo por mi misma. Carla nos miro, ella se confundió de inmediato y luego unas lágrimas recorrieron sus mejillas. El doctor Berger nos dejo a solas con ella. Nos acercamos cuidadosas, no esperábamos asustar a Carla de repente.
-Hola, Carla Anais- la saludo Beth. Ella sonrió, pero luego su expresión se volvió sombría.
-¿Sabes que no tengo ni idea de quienes son?- dijo lastimera.
-Si, lo sabemos. A eso vinimos, a presentarnos. Soy Elizabeth Miller, soy tu madre, Carlita- le dijo Beth. Ella sonrió y cuando Beth se acerco a ella, Carla la abrazo fuerte. Reconociéndola como si fuera primera vez, de hecho… era la primera vez.
-¿Y ella?- dijo Carla refiriéndose a mi, me estremecí.
-Soy… yo soy tu… tu hermana, Carla. Me llamo Stephanie- le tartamudee. Ella se rió.
-Hola, hermanita- me dijo y quiso abrazarme. No estaba segura de que fuera lo más apropiado, pero igualmente me acerque y la abrace. Carla tembló por mi temperatura y se alejo en el instante. –Estas demasiado fría, debes abrigarte- me indico señalándome su chaleco.
-Ten por seguro que ni eso me hará entrar en calor. Suelo estar fría- le dije yo, pero igualmente me puse su chaleco lila. Ella estiro lo brazos para tenerme nuevamente. Esta vez no le importo que siguiera estando fría.
-¿Tengo más hermanos?- pregunto ella mirándose las manos.
-Una hermana más pequeña- le respondí. Se le ilumino el rostro.
-¿Cómo se llama?-
-Anita Belén Hadsome Miller- le respondió Beth.
-Genial, somos Hadsome Miller- me dijo Carla sonriendo.
-Somos no, ustedes son Hadsome Miller. Yo soy Stephanie Valeria Dawnther- indique. Ella se confundió. –Soy adoptada- le dije sonriendo. Ella sollozo y me abrazo.
-No importa, eres mi hermana igual- me dijo en mi hombro.
-Obviamente- le respondí. Reímos juntas. Me recorrió una sensación de satisfacción inmediata por el hecho de sentirme parte de algo. Ahora tenía una familia muy numerosa. Amaba todo esto. Me sirve casi para recuperarme de los golpes que he recibido estos días.
-¿Cuántos años tengo?- pregunto ella.
-Tienes diez. Yo tengo veintiséis, Steffi tiene dieciséis y Anita…- dijo Elizabeth, pero no pudo terminar la frase insegura de decir algo errado. Me miro alarmada.
-Anita Belén es especial- le dije a Carla. Ella quiso preguntar el porque, pero el destino se lo impidió. Entro el doctor Mikael a preguntarle como se sentía.
-Muy bien, doctor Berger- le respondió. Él miro una carpeta y luego dio un victo bueno.
-Bien, el horario de visita por ahora ha terminado, no puede ser mucho. Después de unas horas y que ella descanse un poco podrán venir de nuevo o podrán venir otros- dijo y luego susurro tan bajo que tan solo yo oí: -Como son tantos, los raritos-. Lo mire molesta y cuando se encontró con mi mirada sonrió. Yo seguía asesinándolo con la mirada. Carla se acomodo en la almohada haciéndonos prometer que vendríamos. Cuando dejamos la sala caminamos hacia la salida mientras el doctor Berger hablaba:
-Carla esta bien, todavía esta en observación, pero ha tenido un buen mejoramiento. Podrá irse dentro de dos semanas- nos dijo. Con Beth nos miramos.
-De acuerdo- dijo ella para poder salir de ahí. Isabella estaba discutiendo con Tobías algo preocupada, él negaba con la cabeza, no alcance a escuchar nada porque apenas las puertas se cerraron Isabella corrió hacia nosotras para ver como había estado Carla. La deje para que conversara con Beth, pero a ellas no les hizo ninguna gracia. Se fruncieron el ceño, airadas. Emily con Franco, Felipe y Anita, que estaba profundamente dormida en brazos de Felipe, se acercaron también para preguntar. Supe que Pablo y Alex se habían ido hacia la casa nueva de Grace. En el hospital quedábamos tan solo cinco vampiros, una humana y una hibrida, esperando el resultado de nuestro loco teatro.
Me senté a esperar que terminaran de conversar y Tobías sentó a mi lado junto con Grace.
-¿Cómo esta ella?- pregunto Grace.
-Esta bien- tan solo conteste. Saque mi diario del bolso de Isabella y buscaba mi lápiz para escribir. Cuando lo encontré salí presurosa hacia la plaza. Nadie me siguió, mi actitud había dejado en claro que no quería compañía. Las nubes estaba decorando el lugar, el cielo estaba gris y la lluvia amenazaba con caer.

Jueves, 6 de abril del 2006.

Querido diario:
            Ha sido un buen día. Conocí a mi próxima hermana; Carla Anais. Ella todavía tiene que quedarse dos semanas mas en el hospital, al parecer quieren tenerla en observación porque fue tan solo suerte que saliera de su estado. Es muy amorosa, pero también muy curiosa y no se si eso será bueno teniendo la familia que tiene… o que tendrá. Estoy un tanto confusa porque verla ha sido como ver a Cristóbal y eso me ha herido mucho. Siento una especie de electrochoque cuando pienso en él e intentando no hacerlo, pero aun así se me viene a la cabeza de vez en cuando si poder parar la ida de mis pensamientos. Tendré que empezar a dejar de imaginarlo en mi mente si quiero comportarme normalmente para Carla o para cualquiera de los que están dentro del hospital.
Te escribo luego…        
                                   Te quiero mucho y gracias por soportar mis estupideces.
                                                                       Stephanie Valeria Dawnther.

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