jueves, 21 de abril de 2011

Capitulo 39: "All yours forever" (Stephanie Dawnther)

“All yours, forever”
                     (Stephanie Dawnther)


         Terminaba de cazar esta noche y estaba ahogada de tanto beber. Isabella me miraba graciosa y sonreía junto a Joe. Ellos estaban más que felices juntos y me alegraba mucho por mi hermana, sabía que la perdida de Vicente había sido un golpe fuerte en su vida y ella merecía ser feliz. Joseph también, era mi amigo y quien mejor para estar con mi hermana. Se sonreían de vez en cuando cariñosamente. Me sentía completa últimamente, en realidad estaba evitando pensar en las cosas que me hacían daño. Por eso me concentraba lo que mas podía en mi hermana y mis amigos.
-¿Te has visto?- le pregunto Joe a Isabella. Él se gano a mi lado y mostró mi ropa y luego la suya.
-¿Qué?- pregunto mi hermana divertida. Había conseguido dar con un puma y eso a ella le gustaba.
-Completamente decente estoy yo, Isa. No como tú, por favor, mira tu ropa- le dijo Joe a mi hermana que estaba toda su ropa rasgada por el puma.
-Bueno, señorito decente, por lo menos yo he tenido un poco de diversión- contesto mi hermana acercándose a él con aire autoritario, pero en ironía. De repente, Franco y Emily aparecieron. También estaban felices, después de todo Franco se decidió por mi amiga y todo estaba en calma. Más de una vez Emily estaba insegura de todo lo que había pasado, pero Franco le insistió que ella era su vida y que la amaba más que a nadie. No podía vivir sin ella. Después de ese episodio, Emily no dudo más. Francisca había quedado como un fantasma.
Mas atrás venia Grace y José Tomas, mis hermanos también, por lo menos sentimentalmente. Todos reunidos nos sonreímos. Las semanas que habíamos pasado no eran las mejores y era mi culpa, la separación entre Cristóbal y yo se me hizo muy dolorosa. Pero decidí que Valeria y yo siendo una, seriamos capaces de enfrentar todo. Mande a la mierda cualquier cosa relacionada con él y quise empezar una nueva vida.
-Acércate- pidió Grace. Y ahí se unía nuestro ultimo integrante; Tobías. Él, algo inquieto se puso al lado de José Tomas. Tobías se había mantenido aparte de toda actividad. Sabia que sus sentimientos hacia mi no habían cambiado, pero yo nada podía hacer, creo que un amor cambia a las personas y lo hace para siempre.
-No para siempre, mira a Isabella- me dijo Emy, ella había leído mis pensamientos. Isabella miro confundida. Claro, mi hermana ahora estaba con Joseph, pero su antiguo amor había muerto. Era distinto. –No tanto, Steff. Piensa en él como si…- empezó y luego se callo. Sabía su continuación; como si estuviera muerto. Temblé por el dolor. Isabella y Tobías se me acercaron. Mi hermana tomo mi brazo derecho y Tobías me acerco a él por mi cintura.
-¿Sabias que te amo?- me dijo Tobías en un intento de calmarme y juguetón. Lo mire y sus ojos estaba ámbar, un color precioso. Sacudió su cabello para enterrar su cara en mi cuello. Mi hermana poco a poco se alejo. Yo no quería ser mala con Tobías, pero debía alejarme, él debía saber que yo no estaría disponible en mucho tiempo. Por lo menos sabía que Cristóbal era feliz, eso era algo. Pero no importaba, era toda suya… por siempre. Además… no sabia que me pasaba con él realmente y mientras no lo descubriera…
-Suelo saber con certeza los poderes de los demás- oímos a lo lejos como una voz femenina se nos integraba al grupo y me saco de mis pensamientos. Cada uno se tenso y como siempre, mi hermana se gano delante de mí con Joseph y Tobías me protegía con su cuerpo. Eran cuatro vampiros los que venían, dos conocidos y dos que conoceríamos.
-¿Sabes quienes son?- le pregunto mi hermana a Emily.
-Si. Francisca, Arturo, Samantha y Nicolás- respondió mi amiga y Franco la miro horrorizado. Creo que conocía a los nuevos ‘amigos’. Tomo a Emily entre sus brazos para correrse un poco más cerca de nosotros. Luego, puso a Emily entre Tobías e Isabella. Franco se gano al lado de José Tomas, quien estaba con obvias ganas de matar al visitante.
-¡Será bueno eso, entonces!- contesto Francisca. Isabella bufó. Aparecieron por el lado norte y los cuatro amigos del año nos miraron con aires de superioridad.
-Bueno, Samantha- empezó Arturo -, ¿cuáles son?- pregunto.
-Ella controla sentimientos. Él tiene una fuerza increíble. Ella puede hacerte ver imágenes y puede mover elementos que alguna vez allá visto en su vida. Su compañero puede leer tu mente con solo tocarte. Ella lee mentes y produce imágenes. Y ella… ¡wuau! Ella es un escudo y un “fotocopiadora”- dijo Samantha señalándonos a cada uno, solo dejando fuera a Franco y Tobías. Cuando se refirió a mi hizo comillas con sus manos. Francisca la miro asombrada.
-¿Fotocopiadora?- pregunto. Y Samantha asintió.
-En realidad- dijo por primera vez Nicolás -, es un tipo de poder muy extraño-. Francisca lo incito a que continuara. Nicolás suspiro y con aburrimiento continuo: -Si, ella puede copiar tu poder con el tacto. Si quiere, toca a la chica leedora de mentes y puede hacerlo ella también-.
-¡¿QUE?!- grito mi hermana. Emily me miro con entusiasmo. Pero, ¿que significaba que pudiera ‘copiar’ los poderes?
-Que interesante- dijo Arturo. Francisca sonrió y luego se acerco a nosotros. No me dio tiempo ni siquiera de pensar en que yo era una fotocopiadora.
-Hey… Valeria- me llamo.
-Gabriela, linda- le corregí con ironía y ella apretó los puños, pero los demás rieron.
-Okey, Stephanie. ¿Tu Cristóbal se fue?- pregunto con un puchero fingido. Temblé y solté mi aire rápidamente, de repente se me hizo difícil respirar y apenas podía hablar. Tobías le gruño rápidamente y Francisca se encogió levemente. Sabía que él era su punto débil. Pero yo no me aprovecharía de eso nunca mas, no podría hacerlo al saber cuanto duele amar y no ser correspondida. Emily me miro significativamente y su labio inferior tembló.
-Eso a ti no te importa ni en lo más mínimo- contesto José Tomas. Grace se había ganado lenta y segura detrás del, luego que Arturo la miraba con coquetería. Grace temblaba por su sufrimiento.
-Claro que me importa. Me importan los problemas de mis compañeros- susurro Francisca. Estaba tan aturdida que solo pude reír, reí como una loca. Tobías me acerco a él y su boca recorrió toda la extensión de mi cuello pausadamente, me hizo estremecer, tanto que tome su cabeza y lo acerque más a mí. Él sonrió travieso. –Suficiente amor por hoy, ¿no creen?- Francisca continuo con furia. Pude notar el atisbo de agonía que había en los ojos de Arturo, él era su pareja y ella lo trataba como un objeto. Pobre tipo. Creo que estaba en sintonía con los pensamientos de Grace porque ella tenía la misma expresión que yo dirigida hacia Arturo. ¡Que difícil debe ser ver sufrir a la persona amada! Yo lo había experimentado, pero nunca tanto como Grace. Además, él y ella tenían una historia que va más allá de una simple relación. No demore mas de un segundo en pensar en todo eso, sin embargo, estaba lo suficientemente desconcentrada como para no prever lo que venia.
-No- respondió Tobías seco. Su voz demostraba ira, pero la travesura estaba ahí. Y de pronto, sus labios estaban junto a los míos fundiéndose en un beso. Su boca se movía con suavidad y tomo mis hombros para que me acercara a él en toda forma. Me aleje casi por instinto, pero él era fuerte. No pude hacer nada porque cuando intente liberarme de nuevo, Tobías ya me había soltado. –Te parece mejor así, ¿cierto?- le pregunto él a Francisca. Obvio, él aprovechaba cualquier oportunidad que tuviera para acercarse a mí en ese ámbito. Me solté de sus brazos y me puse al lado de Emily, ella sonreía, no si por la situación o por lo pensamientos que debía tener Francisca en ese momento, aunque su cara lo decía todo. Intento cambiar de tema rápido para dejar de ser la vergüenza.
-Samantha, Nicolás, ellos son mis compañeros; Grace, José Tomas, Franco, Emily, Isabella, Joseph, Stephanie y Tobías. Se los presento-.
-Un gusto- dijo Nicolás. Samantha asintió. Nos miramos entre los aliados y nadie sabia que hacer. ¿Qué querían ellos y porque habían venido? Una duda total, aunque… no para Emily. Ella debía saber cada cosa que estuviera pasando. Tenia que preguntarle porque la duda me estaba volviendo loca.
-Tienes un clan fuerte- le señalo Samantha. Arturo sonrió levemente.
-Si, Francisca es afortunada. Además ella también tiene un don- dijo él con orgullo.
-Mmm… cierto, dar la electricidad al tocarla- murmuro aburrida Samantha, se notaba que eso no la sorprendía en lo mas mínimo, pero nos miraba con interés a Isabella y a mi. Nicolás nos miro de reojo y se detuvo en Emily. Mi amiga se tenso en el instante.
-¿Piensas? Creía que no- susurro mi amiga. Y yo reí, al parecer era la única que se había dado cuenta de la mirada de Nicolás. Por cierto, él estaba más que furioso.
-SUFICIENTE- grito Francisca. Todos quedamos quietos. –Solo quiero hacer una pequeña acotación- nos aviso. Todos mis aliados, incluyéndome, suspiramos aburridos.
-Se nos unirán ellos- dio a conocer la pareja de mi enemiga.
-Genial, dos mas- susurro Emily tan bajo que solo yo pude escucharla.
-Eso era, solamente- aviso Francisca mientras se preparaba para irse, pero Arturo y los dos nuevos se fueron antes y para otra dirección. –Contigo necesito hablar- me dijo. Retrocedí un paso cuando Emily sollozó…

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