viernes, 20 de mayo de 2011

Capitulo 63: Hipócrita (Stephanie Dawnther)

Hipócrita
(Stephanie Dawnther)

         Caminábamos lento hacia el centro de la ciudad, íbamos a un lugar donde conversar solos gracias a los anillos, aunque dudaba que hubiera sol, este abril había sido exageradamente raro, había llovido en demasía.
Ya había pasado casi un día desde el incidente que sucedió entre Tobías y Loreto, pero aunque habíamos venido a conversar sobre eso a mi no me importaba, a todo diría que si, que estaba bien, no pelearía en una batalla perdida. No, no me esforzaría en guerrear en algo que me dañaría hasta el alma. Prefería morir sola.
Nos sentamos en un restaurante y Tobías pidió un desayuno para ambos. Sin embargo, yo no comería. No quería nada más que terminar con esto para poder irme a casa y luchar por una vida feliz… sin Tobías.
-Stephanie- me llamo tomando mi mano, la apretó entre las suyas para luego besarla suavemente. La quite.
-Tu novia se podría enojar si sabe que eso ha sucedido- le recrimine con la inocencia nata. Tobías me miro algo ofuscado.
-No es mi novia- susurro muy bajo. No quería que lo escuchara, pero lo hice, aunque no tome en cuenta. Seria hipócrita…
-Tobías, ¿Qué pasa?, ¿Qué querías hablar conmigo?- pregunté con mi voz inocente de nuevo. La voz me salía ingenua, un poquito más alta de lo normal. Tobías se mordió el labio y volvió a tomar mi mano para apretarla, lo hizo con más fuerza de lo habitual.
-Tu tono de voz…- jadeo él. Sabía que producía en él cuando usaba esa inexperiencia fingida. No es que quisiera eso, pero… era entretenido y como me guiaba la hipocresía…
-Tobías, en serio, ¿Qué pasa?- volví a preguntar. Él intento concentrarse, suspiro y comenzó a hablar.
-Stephanie… sobre lo que pasa con Loreto…-. Ahí quedo su frase porque el mesero llego con el desayuno. Al servirlo, Tobías lo miro con odio y el pobre mesero se estremeció y luego me miro. Le sonreí mirando avergonzada por su evidente cara de coqueteo. Tobías rugió levemente y el mesero se retiro.
Si bien dije que no iba a comer nada, no iba a desaprovechar la oportunidad de poner incomodo a Tobías y de ser lo mas mala posible. Tome un pedazo de pan que había y lo unte a la mantequilla suavemente para luego llevármelo a la boca. Me saboreé los labios mientras Tobías bajaba la cabeza e intentaba controlar su respiración agitada.
-¿Acaso Loreto no te dio la satisfacción que esperabas?- pregunté algo irónica. Tobías me miro confundido. -¿Por qué lo hicieron, cierto?-. Tobías me fulmino con la mirada y tomo una poco de su café y luego se preparo un sándwich.
-Eso se hace con más tiempo- susurro, de nuevo, él no esperaba que lo escuchara.
-Tobías, seamos serios. Entiendo que no me ames- dije, pero me dolió más de lo necesario y la voz se me quebró. Avergonzada, intente recuperar mi verdadero acento, pero no funciono. Me mordí el labio que temblaba desolado.
Tobías suspiro.
-Se que… es difícil, no pretendo que… ¡POR DIOS! No lo se, no se que quiero- dijo apenado. Se tomo la cabeza enrabiado consigo mismo y un sollozo salio del.
Me conmoví. Buscando que decirle, me moví nerviosa, Tobías se veía tan mal y yo no hacia nada mejor que empeorarlo. Iba a pararme para abrazarlo, cuando…
-¡Tobías!- gritaron desde el otro lado de la calle. Llena de ira mire a quien había hablado.
-Loreto- murmuro Tobías con un suspiro. Las miradas entre nosotros dijeron más que mil palabras; debíamos arreglarnos, pero llego ella a arruinar todo. –Mi amor, ¿Qué paso?- le pregunto Tobías a su… novia.
-Te extrañe- susurro antes de esconderse en su pecho y besar su cuello. Tobías ni siquiera se inmuto. Sonreí, a pesar de todo, yo le causaba aun mucho más de lo que ella algún día le produciría.
-Yo igual- dijo Tobías por fin apegándose a ella y oliendo su cabello con dulzura. Gimió descontrolado.
-No tengo nada que hacer acá- dije y luego tome un taxi. Pedí que me llevara a casa para seguir con la hipocresía. ¿De donde se me ocurría que todo podría arreglarse con Tobías después que me confeso que hace semanas que quería a Loreto? “Eres tonta e ilusa, Stephanie” pensé. Apreté la mandíbula para no sollozar.
Al llegar me di cuenta que Isabella estaba sentada en el comedor y Joseph en el living, se miraban con algo de odio.
Grace, sentada al pie de la escalera, me miraba inquieta.
-Carla fue con Beth para que ella vuelva a clases, Anita las acompaño- me contesto Pablo después de preguntarle. Él había llegado recién y se sentó junto a Grace. Isabella, que no había emitido sonido, salio de la casa y Joseph comenzó a mirar la televisión.
-¿Dónde esta Katherine?- pregunté tan solo para evitar el tema de Tobías.
-Se fue a su nueva casa con Max- me contesto Grace.
No había alcanzado ni a sentarme cuando Tobías y Loreto entraron y se fueron directo a la habitación. Mire al cielo cuando Joseph sonrió. ¿Era por eso la pelea con Isabella?
-Ustedes…- comenzó Joseph, pero Grace lo interrumpió.
-Los matare, ¿me escucharon?- dijo Grace al ver las intenciones de la pareja. Tobías negó con la cabeza sonriendo y salio con Loreto de nuevo… para ir a un motel, supongo.
-Son unos desubicados- dijo Pablo.
-Están enamorados- me replico Joseph y me miro con furia. Salio de la casa y yo definitivamente no iba a aguantar más la situación. ¿Qué más iba a pasar?

No hay comentarios:

Publicar un comentario