miércoles, 11 de mayo de 2011

Capitulo 59: Brujos y Sorpresas (Isabella Dawnther)

Brujos y sorpresas
                  (Isabella Dawnther)

         Estábamos ya en casa para darle a mi hermana su espacio… además Tobías, de repente, tan solo con la mirada, nos rogaba que los dejáramos en paz. Al final de todo, los dejamos en la casa de Cristóbal y nos vinimos para la casa a ver como estaban Carla y Anita.
-Hola, Carla- salude -¿Dónde esta Anita?-
-Hola, tía Isa- me contesto –Ella esta durmiendo arriba-. Mire hacia el segundo piso, debía estar en su habitación placidamente. Suspire y busque a Joseph, pero tan solo me encontré con Franco.
-¿Y Joseph?- pregunté.
-No lo se- dijo haciendo un gesto y sonriendo disimuladamente.
-¿Dónde se metió?- pregunté furiosa. Estaba harta de que estos últimos días desapareciera de la nada. Pedí al cielo paciencia. -¿Isabella?- me llamo Franco.
-¿Qué?-
-¿Sabes que día es hoy?- pregunto.
-Viernes- conteste. Franco decepcionado, movió la cabeza.
-¿Sabes? Si yo fuera Joseph, no estaría contigo- me molestó Franco.
-Si tú fueras Joseph, nosotros ya no estaríamos juntos- le conteste. Él tan solo sonrió. Se movió lentamente hacia el comedor y se sentó a leer un libro. Estaba demasiado molesta como para quedarme quieta esperando que, por un milagro del cielo, supiera donde esta mi novio. Fui a la habitación de Carla a hacer su cama, pero… lo que me faltaba; Beth estaba ahí conversando con Carla. Cuando entre Carlita me sonrió.
-Hola, Bella- me saludo Beth. Herví en rabia, odiaba que me dijeran Bella, mi nombre era Isabella y mi diminutivo Isa… Ningún otro.
-Hola, Eli- le salude. Sabia que ella odiaba que le dijera eso, me miro furiosa. Carla seguía escribiendo en su cuaderno, sin prestar atención a la pelea que tenia con su ‘madre’. Decidí no estresarme.
-¿Qué haces, Carla?- le pregunté acercándome a ella. Escondió su cuaderno de inmediato.
-Nada- respondió y salio de la habitación. Escuche como entraba a la pieza de Stephanie y cerraba con un portazo, advirtiendo que nadie entrara.
-¿Qué les pasa a todos hoy?- pregunté al aire, no para la que me respondió.
-¿Sabes que día es hoy?- pregunto Beth.
-¡Si!, hoy en Viernes- conteste y salí de la pieza para ir a la mía y no hablar con nadie. No estaba de humor, pero en plena escalera sentí como a mi mente se venían recuerdos raros, ninguno que realmente yo haya vivido.
-Por favor, Isabella escúchame… Soy tu hermana, ayúdame- escuche decir a Stephanie. Entre en pánico y grite el nombre de Franco. Él vino en un segundo.
-¡Mi hermana!- le grite y en eso llego Grace, Tobías, Emily y Joseph. Ni siquiera me dio el tiempo de pensar que mi novio había aparecido. –Tenemos que ir a ayudar a mi hermana, ella esta casi en el limite de la ciudad- les informe. Entre todos corrimos hacia el auto y ahí Emily manejo viendo los recuerdos del suceso en mi mente. Estaba temblando por el miedo que me demostró Stephanie en sus pensamientos. ¿Cómo habrá hecho eso? Joseph fue el que me saco de todos mis pensamientos, poniendo su cabeza en mi hombro y besando mi cuello de repente. Me aleje y deje que estuviera solo, pero él insistía. Se acerco a mí y, con un movimiento ligero, me acuno en su regazo. Jugó con mi cabello y lo peino todo el camino, me beso muchas veces pero en ninguna le respondí, él tan solo reía.
-Isabella…- me llamaba, pero seguía sin responderle.
-Por favor, vamos a buscar a tu hermana, ¿okey?- me dijo Franco, lo fulmine con la mirada. No quería bromas de ningún tipo. Emily estaba riendo porque sabía cada pensamiento que había tenido en el auto. Joseph tomo mi mentón y me hizo la misma pregunta que me habían hecho todos los tarados.
-¿Sabes que día es hoy?-
-¡Lo se!- respondí alto, estaba muy airada. Joseph dio un suspiro de alivio.
-Yo también, así que no hay porque estar enojada- me susurro y beso apasionadamente.
-Yo insisto que no es el lugar ni el momento preciso…- comenzó a decir Franco, pero Emily lo freno en seco.
-¡Ahí están!- grito. Apenas nos importo que el mundo humano estuviera viendo el espectáculo, Tobías bajo hecho un rayo a ver como estaba mi hermana, lo seguí a su misma velocidad. Pero Grace se fue por otro lado a no se que. Emily miro fijo a la derecha y ahí estaba… era Samantha y Nicolás. Pero ¿Cómo? Ellos habían muerto y ahora estaban aquí… ¡Por Dios! No entiendo nada. En el instante que nos vieron tomaron su auto y se fueron, tenia el presentimiento que los volvería a ver. Corrimos a ver la baranda destrozada. Muchos autos habían caído al agua y pude ver, en la pequeña fracción de tierra que había en el agua, que mi hermana estaba con una chica.
-Katherine…- susurro Tobías. Y la quedo mirando.
-NO, PERO ¿QUE HA PASADO? ¡MI HERMANA!- gritaron Franco y Emily a la vez y luego ahogaron una risa en una tos. Mi hermana me miro y como un fantasma salio de ahí llevándose a la humana con ella.
-Humana no- me dijo Emily. –Ella es una bruja- me contó. “¡¿Qué?!” pensé.
-Genial…- bufe. Así que no éramos los único raritos en este mundo. -¿Y tú, como sabes?- le pregunté a Emily, ella miro a Tobías.
-Tenemos que ir a verlos- dijo Tobías. Así fue como corrimos y nos adentramos a un bosque, este rápidamente llevaba al otro extremo de la isla en la que estaba Stephanie, la oí reír de un momento a otro. Ahí la vimos con su bruja y otro chico. Mas desconocidos…
-¡Valeria!- grito Tobías y la envolvió en un abrazo. Tomo la cabeza de mi pobre hermana y la beso. Ella primero respondió, pero luego sentí como ella dejaba de estar ahí para estar en los recuerdos. Mire a Emily que estaba nerviosa.
-Tobías… la mataras- dijo Emily, pero se notaba que lo hacia para que Tobías tan solo la soltara. Stephanie no había alcanzado a cambiar su cara y seguía con la expresión ida.
-Tranquila…- le dije abrazándola. Sentí otra presencia en el claro y a Stephanie relajarse. Ahí había llegado Grace.
-Casi te di por muerta- grito ella a mi hermana. Sonrieron.
-¡Que día!- dijo la bruja.
-Sobrevivientes… definitivamente, día de sobrevivientes- acepto Stephanie. Luego ella se volvió a tensar y temí que ella hubiera sentido a Samantha.
-¿Kathy?- llamo mi hermana y la chica bruja la miro. -¿Tu bolso?- preguntó y Kathy se empalideció.
-¡Mierda! El anillo- dijo. El chico, la bruja y Stephanie reaccionaron ante esas palabras, mi hermana corrió hacia el borde de la isla y los otros dos desaparecieron de la nada. Todos los vampiros dimos un paso atrás cuando eso pasó, nos quedamos mirando.
-Extrañas personas para hacer amistad- dijo Emily a Tobías en un pensamiento del, supongo.

Cuando estábamos en el auto, los chicos nos contaron toda la historia, partiendo que Max y Katherine son brujos. Temblé ante la palabra, pero lo peor de todo es que íbamos a casa y de seguro Carla se enteraría que son… ella creería que Chucky y toda cosa paranormal era real. Ahora iba conduciendo mi novio porque, después de muchos rechazos, se dio cuenta que mi estado de humor no era el mejor. Stephanie sentada al lado mío me sonreía.
-Lo bueno es que tengo al muy especial- me dijo en un susurro. La mire extrañada y ella se confundió. Paramos en una joyería y me baje junto con mi hermana, Emily, Kathy y Max.
-¿Por qué estamos aquí?- pregunté. Pero nadie me respondió. Emily saco su tarjeta de crédito y se la pasó a Katherine, no entendí bien para que.
-Somos doce vampiros- dijo ella. Un humano justo pasó a nuestro lado y quedo mirándonos extraño. Juraría que tembló. –Obviamente son doce disfraces- agrego Emily para salir del paso. El humano se relajo aun así su caminata aumento de ritmo. Reímos.
-Bueno- dijo Kathy y entro a la joyería junto con Max.
-¿Te has dado cuenta que sigues mojada?- le pregunto Emily a mi hermana.
-No interesa- respondió ella. Emily la miro explicativamente. Lamentablemente y como todo en este día, yo no entendí.
-Insisto… deberíamos ir a comprar ropa-. Emily tomo del brazo a Steffi mientras ella me tomaba a mí. Fuimos a una tienda para comprarle un conjunto nuevo a Steffi que, después de alegar, acepto el regalo de Emily. Pero luego las cosas cambiarían. -Ahora tú- me dijo Emily. Prácticamente, me tiro al probador con cuatro tenidas conseguidas no se de adonde. Me probé cada una por solo darles el gusto, no dejaría que me compraran algo.
-Listo- salí del probador dejando las cuatro tenidas en el brazo de Emily.
-¿Cuál te gusto?- pregunto Stephanie.
-Ninguna- respondí.
-Te juro que no dejare que salgas de aquí antes de que te compres algo- me amenazo Emily tan potente que no dude que hablara en serio. Busque algo lindo que comprar pero mi mente volaba en otras cosas; en la pregunta que me habían hecho todos hoy, en las extrañas reacciones de Joseph, en lo que me dijo Steffi en el auto.
-¿Lista?- pregunto mi hermana saliendo de un mostrador. Me hizo pegar un grito ahogado.
-Casi me matas- le acuse.
-No, eso no es mi culpa. Eres tú por estar tan distraída- me contesto con un movimiento elegante y se dirigió hacia Emily que miraba divertida.
-Y… ¿Qué tienes de regalo?- pregunto mi amiga. La mire no entendiendo nada.
-¿Qué?- pregunté.
-¿Sabes que día es hoy?- me volvieron a preguntar. Suspire e intente no descargar mi rabia contra ellas. Sonreí lo más sarcástica que pude.
-Si, lo se- respondí controlando el tono de voz. Aun así un rugido se sintió en mi pecho. Tome unos jeans verdes y una polera blanca con un lindo diseño y estampado, una chaqueta ploma y unas botas negras. Me lo fui a probar y me quedaba perfecto, no quise volver a cambiarme así que me quede con la compra puesta. Pagamos y fuimos a buscar a Katherine. Ella esperaba fuera de la joyería con Max y una pequeña maleta negra. Emily hizo parar a un taxi y dio la dirección de la casa.
-¿Por qué nos bajamos aquí?- pregunté cuando quedaban más o menos unas tres cuadras para recién entrar al bosque donde estaba la casa.
-Tú solo camina- dijo Emily algo molesta. Stephanie se acerco a ella y creo que le hizo alguna pregunta mental porque Emily negó y Stephanie me miro furiosa.
-¿Qué te pasó?- le pregunté. Stephanie me hizo un desprecio y siguió caminando. “¿Qué mierda?” pensé. Cuando faltaba poco para llegar Kathy y Max desaparecieron como la última vez y Emily me quito las bolsas donde iba mi ropa antigua. Stephanie me tapo los ojos. Creo que empezaba a entender pero no del todo…
-No es mi cumpleaños- le avise a mi hermana.
-Estupida, se que no es tu cumpleaños… estamos a 21 de Abril- me dijo ella.
-Bien… ¿Y?-
-¿Sabes? A veces puedes ser una desconsiderada. ¿De verdad no sabes que día es hoy?-
-Bien, me rindo, no se que día es hoy… Aunque creo que es Viernes-
-Si, pero es Viernes 21 de Abril- me contesto ella mientras seguíamos caminando, yo con los ojos tapados. Sentí que sus manos fueron reemplazadas por unas manos que conocía bien; Joseph.
-¿Sabes que significa?- me pregunto.
-No- conteste casi suspirando. Su voz en mi oído me hizo temblar. Él me volteo y quede entre sus brazos y mi boca a centímetros de la suya.
-Este mismo día hace 10 años conocí a la mujer de mi vida. Feliz aniversario, mi amor- me dijo Joseph. Me derretí cuando me hablo, su voz era tan dulce, tan apasionada, tan sexy. Pero aun así…
-¡¿Qué?!- pregunté. “¿Pero como nadie me dijo algo?” pensé furiosa y Emily río. Una música de vals empezó a sonar y se oía muy linda. Max tomo a Katherine mientras Franco a Emily, Carla bailo con Pablo y Stephanie con Tobías. Los demás estaban junto a la mesa de regalos meciéndose todos juntos con una verdadera familia.
-Te amo- susurro en mi oído. Joseph me hizo una reverencia y como todo un caballero tomo mi mano, se arrodillo y la beso. –Isabella Ignacia Dawnther: ¿Tendría la amabilidad de darme el honor de bailar con usted?- murmuro. Sentí que temblaba de gozo. Me arrodille para quedar a la misma altura. joseph me miraba con sus ojos emocionados, no pude enternecer mas la perspectiva que me proponia detras de ese simple baile.
-Te amo- le dije aceptando pasar el resto de la eternidad con él. Joseph nos levanto y empezamos a mecernos al ritmo de la suave música. Tuve la panorámica de mi hermana besando a Tobías… Ahora todo estaba bien… mientras estuviera con Joseph… todo estaría bien.

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