viernes, 20 de mayo de 2011

Capitulo 62: La Revelación (Isabella Dawnther)

La Revelación
(Isabella Dawnther)

         Sentados, como estábamos, no servia de mucho que Grace nos calmara porque ella estaba más nerviosa y enojada que todos nosotros juntos, exceptuando a Tobías y Loreto, ellos se sentían mas enojados porque no tenían el apoyo de la mayoría. En realidad, siendo sincera conmigo misma, no es que tuviera mi apoyo en su relación, mi enojo va a que ni siquiera espero un día para estar con Loreto, por un poquito de respeto a mi hermana que, por cierto, igualmente lo ama.
Carla y Anita entraron y detrás veía Stephanie con la tristeza a flor de piel, pero ella no la demostraría porque seria ser débil frente a ellos… ¡Estupida! Debería gritarle a Tobías que como se le ocurre y, por ultimo, si querían tener algo al otro día ¡que no fuera en la casa donde Carla los podía ver!
Se que Tobías ha sufrido mucho por Stephanie, se que él igual merece ser feliz, pero ¿así, aquí? No, yo no voy a aguantar eso.
Mi hermana se sentó a mi lado y sonrió triunfante, igual como lo hace Katherine, se esta juntando mucho con ella.
Tobías y Loreto la miraron esperando los gritos, los reproches, sin embargo, nada pasó, Stephanie seguía tan radiante como cualquier día.
-Bien- suspiro Grace. –Lo peor de todo esto es que…-
-Grace- la llamo mi hermana y luego miro a Carla. Claro… ella estaba cuidando que Carla y Anita no vieran las discusiones que, mas a la noche, tendrían. Aun así, Carla tenia el martirio pegado a la cara y de repente miraba a Loreto con furia, obvio, le habían dañado a su hermana y eso ella no lo permitiría… el mismo sentimiento tenia yo, ¡era mi hermana!
Joseph, quien estaba mi lado, miraba a Loreto asintiendo. Lo regañé con la mirada.
-¿Podemos salir?- le pedí. Definitivamente, un reto se iba a ganar por estar apoyando a la… de Loreto.
Joseph me siguió sin mucho rodeo y corrimos hasta llegar a un lugar en el que los gritos no se escucharan. Joe me miro esperando que le dijera lo que tenia que decir, pero las palabras se quedaron en mi boca.
-¿Y bien?- me pregunto airado, casi regañándome por haberlo sacado de la casa en esas condiciones.
-¡Pero, ¿Por qué?!- le pregunté -¿Cómo puedes estar apoyando a Loreto?-. Él me prometió que siempre me iba a ayudar a cuidar a mi hermana y que la iba a apoyar en todo, ¿Dónde están esas promesas hoy, cuando de verdad ella necesita nuestro apoyo? No estoy pidiendo que saquemos a Tobías y Loreto de nuestras vidas, tan solo estoy pidiendo que los increpemos para que tengan un poco de respeto.
-Porque ella lo ama de verdad y Tobías… igual- me contesto, pero la ultima parte dudó.
-¿Y como lo sabes tú?- pregunté celosa. -¿Loreto te contó?-
-Si-
-¿Y cuando fue eso?-
-Un día que salí a cazar- me contesto como si fuera muy común.
-¿Y cuando fue eso?- volví a preguntar.
-Hace unas semanas- respondió algo nervioso.
-Entonces ella te contó que quería robarle la pareja a mi hermana y tú, simple y bonito, no haces nada, ¿cierto? ¡Pero que lindo, Joseph! Vamos a llegar súper lejos con nuestra relación así-. Me puse gritar cada cosa que se me ocurrió porque no aguantaba tanta traición de mi propia pareja.
-Pero, Isabella… Stephanie no lo quiere- se excuso.
-No, no uses eso de excusa porque si no lo quisiera, ella simplemente habría salvado a Cristóbal en la pelea que hubo y la historia que habría ahora seria muy distinta. Entiende, por algo lo salvo… dejo morir a Cristóbal por salvar a Tobías, si eso no es amor… si eso no lo es, por favor dime que es porque entonces no conozco lo que es amar-. Joseph apretó lo puños cuando dije la ultima parte.
-Ella sigue enamorada de Cristóbal-
-¡BRAVO! Joseph un punto para ti- comencé a aplaudir, parecía que eso esperaba él. -Obviamente sigue enamorada del… ¿te has dado cuenta que tiene que fingir ser la hermana de la viva imagen de Cristóbal, Carla y Anita?, ¿Has notado cuento cuesta olvidar a alguien que sigue presente en todo aun?-. Joseph no entendía, era difícil olvidar algo así. ¿Qué esperaba? Ella no lo iba a olvidar teniendo que convivir con sus recuerdos cada jornada.
-Isabella, eres tan complicada. En realidad no es tan difícil olvidar a alguien…- empezó, pero terminó abruptamente cuando mis ojos demostraron la sorpresa.
-¿Ya te has olvidado de alguien?- pregunté. Las cosas se empezaban a complicar.
Joseph siguió sin contestarme y repetí la pregunta, pero sin respuesta. –Joseph…- lo llame. Él me debía contesta eso, después de todo no se prácticamente nada del y él sabia todo de mi. –Joe- suplique.
-Yo conocí al grupo de Alex antes y por eso le dije a mi hermano que se fuera con ellos…-
-Joseph, ¿Quién fue tu pareja de ese grupo?- pregunté ya mas desilusionada. Él seguía sin ni siquiera mirarme. –Joseph Krauss- reprendí.
-Con Loreto- me contesto al fin.
-¿Qué?- pregunté atónita. Ahora entendía tanta confianza con la perra esa. No podía creer que él hubiese sido pareja del y en absoluto me haya contado. Estaba con la misma enemiga en la casa y jamás lo supe y lo hubiera sabido jamás de no ser por los problemas que pasaron recientes.
-Es algo pasado, nunca tuvo ni siquiera la mínima importancia de la que tienes tú- intento disculparse.
-O sea, Loreto estuvo contigo y ahora esta con la pareja de la hermana de la pareja tuya… ¡Bonito! ¿Cuánto falta para que este con Franco también?-
-Con la ex-pareja de la hermana de mi pareja- me corrigió.
-¡Importa una mierda que sean ahora! El problema es que son parientes y… Loreto es una perra y tú, Joseph Krauss, un mentiroso. ¿Cómo me ocultaste eso?- incrédula pregunté. Me esperaba cualquier cosa, pero no esto, esto en la vida ¿Cómo habíamos sido incapaces de ve que Loreto había llegado a arruinar ciertas cosas de la familia?
-No pensé que fuera importante- me dijo encogiéndose de hombros.
-¿Qué no era importante?, ¿Qué no lo era?- seguí cuestionando sintiéndome una completa tarada. -¿Qué pasa si de repente llegara Vicente y yo no te dijera que fue mi pareja?-
-Eso es distinto- me dijo él riéndose, no veía la graciosidad en esto. –Él esta muerto- me especifico. Me quede boquiabierta al oír eso, puse mi mano en el pecho para que no doliera tanto la indiferencia con la que él hablo de mi ex-pareja. Después de todo, Vicente fue muy importante, Joseph no tenia derecho a menospreciarlo.
Mire fijamente a mi… pareja y negué con la cabeza dispuesta a no creer en lo que me había dicho, pero clavaba hondo y me dolía demasiado como para dejarlo correr.
-Nunca mas en tu vida vuelvas a hablar de Vicente así, en tu vida, Joseph- le grite.
Las palabras no me salieron mas y decidí no discutir mas, no me servia. Ya me había dañado demasiado y no quería seguir, quería que esto parara. Necesitaba una disculpa de Joseph, pero sabia que él no me la daría tan fácil… no después de haber atacado a su ‘amiguita’.
Con la boca seca, con el corazón estrujado y pisado, corrí hacia la casa dejando a Joseph atrás. Tuve la esperanza de que me siguiera y me dijera que tan solo me amaba a mí, que yo era lo más importante, pero tan solo lo escuche decir que Loreto no tenia la culpa. Ardí en rabia.
Llegue a casa y abrí la puerta. Loreto estaba sentada con las manos cubriendo su cara, Emily a su lado y Franco al otro apoyándola. Mis labios tiritaron de la rabia contenida. “¿Cuánto va a pasar para que también este con Franco?” me pregunté en la mente y Emily me miro rabiosa.
-¿Dónde esta mi hermana?- pregunté. Franco me miro para responderme que había salido con Tobías.
Loreto, quien había estado algo ausente desde mi llegada, me miro odiosa.
-Sorpresa- articulo con los labios. Solo yo la pude ver…

 

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