martes, 21 de junio de 2011

Capitulo 71: Mi historia (Grace Dawnther)  

Mi historia
(Grace Dawnther)
 
Era la tarde plena y la plaza se veía cómoda, aunque Linda estuviera aquí. Ella era mi hermana biológica y a veces no la reconocía, no nos parecíamos mucho. Ella se encontraba perturbada después de decirme que necesitaba contarme toda la historia, toda nuestra historia.
-Bueno, aquí estoy- comencé a decir, pero Linda me calló. Ella seguía en sus cavilaciones y pensaba mordiéndose las uñas. Movía la pierna insistentemente, mostrando más el nerviosismo que la embargaba.
-Grace, tengo tanto que contarte- me susurro.
-Pues, empieza- dijo terminando los rodeos. Necesitaba saber de que iba todo esto, ahora. Linda tomo mi mano y sollozo.
-Yo amaba a José Tomas, esa es mi única excusa-. Mire hacia otro lado, dándome cuenta que su muerte dolía tanto aun. Era una espina clavada en el pecho.
-¿Y que tiene que ver él aquí?- pregunté.
-Él nos convirtió, ¿no?- dijo intentando reír. Asentí.
-Sigo sin entender-. Solté mi mano de su agarre y me cruce de brazos. Seguía esperando sus ‘aclaraciones’.
-Cuando ocurrió el incendio de la casa, fue muy triste. Yo aun recuerdo a mamá y papá…-
-Yo también- la interrumpí. Odiaba, a veces recordar el episodio que marcó mi vida por siempre. Ese incendio acabo con todo y nuestro mayordomo se convirtió en nuestra salvación, José Tomas trabajaba como mayordomo en la casa. Él nos vio crecer, él vio crecer a las hermanas Dawnther.
-Quedamos sin nada- susurro Linda, conteniendo el sollozo. Cerré los ojos y recordé como esa noche vimos la casa quemarse y oír los gritos de nuestros padres, José Tomas nada pudo hacer, solo consiguió rescatarnos. Todavía oigo el fuego consumir la vida, oigo al fuego quemando todo a su paso… oigo a los vecinos gritar que papá y mamá se morían.
-Lo se- asentí, después de unos segundos. Estaba doliendo.
-Yo amaba a José Tomas- me dijo nuevamente. –Pero… él no a mi- dijo con pesar.
-También lo se- susurre. Él, mi amigo del alma, mi hermano, me contaba todo… éramos los mejores amigos.
-Después de convertirnos, vagamos mucho tiempo, ¿te acuerdas?-
-Si, muchos años- conteste y lentamente abrí los ojos y vi a mi hermana sollozar por cada recuerdo. Vagamos juntos mucho tiempo, pero luego Linda se fue de nuestro lado y al poco tiempo encontramos a Tobías.
-Él nunca me amo… él ya amaba a alguien y es eso lo que tengo que decir… porque no aguanto ni un día mas sintiéndome culpable- susurro de repente. La mire fijamente.
-¿Él amaba a alguien?- pregunté. Ella asintió. Él nunca me contó eso, ¡que extraño!
-Él la amaba con intensidad. Yo lo se. Un día, cuando había pasado poco de nuestra conversión… él pidió mi ayuda para conquistarla. Yo le dije que le escribiera una carta… por fuera, intente que no se me notara el dolor… por dentro, moría, él amaba a otra-
-¿Y como le fue?- pregunté intentando recordar alguna de nuestras sirvientas para ver cual de todas ellas era el amor de José Tomas.
-Pésimo… él me pidió que le entregara la carta y… nunca lo hice-
-¡¿Qué?! Estúpida, pero ¿cómo hiciste eso?- comencé a gritar -, él amaba a una chica y tú, egoísta, no hiciste nada por su felicidad. Eres una estúpida, Linda- seguí.
-Lo siento e insisto que mi única excusa era el amor que sentía por él-
-Linda… José Tomas murió- dije y se me tapo la garganta, tuve que toser voluntariamente para poder volver a hablar. –Y mas encima, ella nunca lo supo, a lo mejor ella también lo amaba y nunca estuvieron juntos… y ahora… ahora es tarde porque él esta muerto y… supongo que ella también-
-Grace-dijo suspirando -, es por eso que nunca le entregue la carta a la chica… tenia la esperanza de que él algún día me quisiera-
-¿Y tuviste suerte cuando ella murió?- pregunté.
-No…-
-¿Ves?- comencé a preguntar, pero me detuvo.
-Porque ella aun no muere-. La mire fijamente. –Él te amaba, Grace, pero jamás lo supiste y… él pensó que tú no le correspondías… por eso intento que hicieras tu vida normal, sin embargo, no fue lo suficientemente fuerte para dejarte-.
-¿Qué?- pregunté sollozando.
-Esta es la carta- dijo pasándome el papel, era tan antiguo. Linda comenzó a pararse… -Siento todo lo que ha sucedido, pero… nada puedo hacer ahora… además, que todo ya haya terminado… no significa que ya no te odie-. No escuche mas, ella se fue. Con dolor, abrí la carta:
"Grace Dawnther:
Siento que el corazón se me encoge al verte. Siento que me siento completo al sentirte, desde la primera vez que te vi… y lo sentiré… hasta mi último minuto.
Te amo, Grace, lo confieso mediante este simple papel. Mi vida cambio cuando te convertí ya que vi una pequeña luz de esperanza para nosotros, mi vida cambio cuando te convertí y así te has convertido en mi mundo y mucho mas, eres todo lo que deseo y alguna vez deseare.
Si ahora he sido valiente para escribirte es porque ya no puedo callar todo esto, no puedo ni un minuto mas. Se ha vuelto una tortura ver como sufres por... Arturo y yo aquí, amándote sin remedio, no puedo hacer nada.
Grace, amor mío, no pido que me correspondas, pido que sepas mis sentimientos y lo pienses… por si, por algún milagro de la vida, sientes lo mismo por mi.
Con todo mi cariño y mi amor…
José Tomas."
No pude aguantar el sollozo de mi garganta, de mi ser, del interior. Él me había visto con Arturo y cuando me convertí… y le conté a él, Arturo me dejo con el corazón roto. José Tomas se empeño en recuperar cada pedacito y volverlo a unir. Él me amaba y… murió… jamás pudo decírmelo de frente porque él pensaba que jamás sentí algo así por él… ¡LO HICE! Lo ame, pero jamás pensé que él pudiera haber sentido eso por mi, creí que me había tomado cariño por haberme visto crecer y no por ser una mujer. ¿Cómo paso todo esto?, ¿Cómo el destino no quiso vernos juntos?, ¿Por qué no pudimos sincerarnos uno con el otro?, ¿Por qué él murió?
Me sentí impotente de no poder llorar. Yo lo había visto, lo vi morir intentando protegerme de unos vampiros, vi como con entereza dio su vida por la mía. Él trato de salvarme por todos los medios que pudo y así… se le fue su propia vida. Reviví en mi mente el calvario que sentí después de verlo envuelto en fuego, reviví la mirada de adiós que me dio, sus ojos me decían el ‘hasta siempre’ que no podía darme él… reviví el dolor.
-José Tomas- pude susurrar aun recordando como, a veces, me miraba mucho rato seguido sin aburrirse, él bromeaba de que yo tenia un don para atraer miradas… pero… no, era porque él me amaba y… jamás pudo decirlo. Soñé como se habría escuchado esas dos palabras en su boca, en su voz… habría sido magnifico.
Moví un poco el papel y encontré que había otro papel… ¿otra carta? Tenia fecha del 6 de Diciembre de 1901, mientras Stephanie pasaba el cambio.
"Grace:
Te ves tan linda con tu cara de preocupación por Stephanie. Se ve todo lo bueno que tienes dentro de ti, se ve como eres perfecta… una vez mas.
Si te escribo es porque quería recordarte que aun te amo como te lo aclare en la primera carta que te hice. Te confieso que el sentimiento crece y crece… entiendo muy bien a Tobías cuando dice que Stephanie es su universo. Tú eres mi propio universo… el ideal para mi. Desearía ser el tuyo…
Se que tu respuesta es negativa ya que nunca me dijiste nada sobre la primera carta, pero aun así… esto sigue, Grace, que no se te olvide y cualquier día, a cualquier hora que tú quieras algo conmigo… estaré ahí para ti porque soy tuyo, amor mío.
Te amo demasiado…
José Tomas"
Al otro día, cuando José Tomas me entrego la carta, fue justo cuando Stephanie despertó y Tobías, prácticamente, nos lanzo a ver si ella estaba bien. No pude leerla. Después, cuando Linda termino la visita, esa carta desapareció de mi cajita secreta… tan solo Linda sabia donde estaba mi cajita. Por fin ahora, supe donde había quedado… la carta. Jamás la leí hasta hoy. ¿Cómo habría sido todo si la hubiese leído?, ¿Cómo seria si él no se hubiera puesto tan a la defensiva conmigo?, ¿Cómo seria haberlo tenido vivo y amándome?
Aquí, José Tomas aun me ama y ese día… fue cuando me confesé a mi misma, frente a un espejo que le amaba con locura, pero también fue el día que le vi dándole un beso a Linda… ¿habrá sido culpa de Linda el beso? No lo se, pero aun nada se puede hacer… Al que ame y el que me amaba, ha muerto sin reparación. Él ha muerto…
-Él ha muerto…- susurre con pesar –Al que ame y el que me amó… ha muerto-. Pasaron horas… el alba llegaba. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario