lunes, 6 de diciembre de 2010

Capitulo 8: Noticias.

Capitulo 8

Noticias.


Íbamos en el auto y encendí la radio.
-Estas noticias…- musito Cristóbal y apago la radio. Me extrañe por su reacción y volví a prender la radio.
-¿Cuál es el problema?- pregunte y él me miro acongojado. Pude entender que había algo que no me estaba contando, ahora fui yo la que apago la radio. -¿Qué esta pasando?- agregue preocupada, su expresión se estaba volviendo tormentosa y eso me estaba doliendo en lo mas profundo.
-Mi hermana desapareció hace algunos días- contesto y paro el andar del auto.
-Pero, ¿Por qué no me contaste?- exigí.
-No quería preocuparte- contesto. “Una hermana… una hermana…” pensé y dolía. Abrí lo ojos mirando fijamente el vidrio delantero y me di cuenta que pensar en una hermana desaparecida dolía mucho, como pequeñas dagas atravesándote el cuerpo en certeras puñaladas. Cerré los ojos intentando tener la compostura intacta y que todo dolería menos. “No, es insoportable” pensé sufriendo. De verdad, no era algo que pudiera parar aun concentrándose en no sentirlo.
-Te amo y siempre tienes que contar conmigo- le pedí. Él asintió y me dejo en el lugar de siempre. Bajo del auto y me dio un beso como siempre.
Lo vi irse y luego corrí a casa, necesitaba hablar con Grace. Cuando llegue estaba Tobías hablando con ella.
-Hola- salude normalmente. Tobías se levanto y me saludo con un beso en la mejilla y un gran abrazo, me susurro que me quería y que siempre actuaría de acuerdo a lo que me convenía y luego me dejo sola con Grace. –Okey, no entendí- confesé.
-Yo tampoco- dijo Grace con tono irónico. Pero en su mirada se notaba un grado de lastima hacia mi, quise preguntar siendo indirecta.
-¿De que hablaban?- pregunte y ella no contesto con gestos que Tobías todavía podía escucharnos.
-De nada que te importe- contesto con un guiño. Asentí en silencio y luego suspiro frustrada para que Tobías pudiera escucharme y que no se enojara con Grace. Luego, me di cuenta que tenia cosas mucho más importantes que hablar con ella.
-Bien, ahora yo quiero hablar contigo- dije más despacio y deje que ella juzgara si seguía hablando. Primero me hizo callar, pero luego de algunos segundos me dio el victo bueno.
-Bien, ahora- me apunto. –Tengo una pregunta antes- dijo con cierta despreocupación fingida.
-¿Cuál?-
-Tú nunca le contaras a Cristóbal que somos... vampiros- dijo afirmando.
-Eso es algo indiscutible- dije un poco incomoda. No me agradaba hablar sobre si mezclar o no a Cristóbal en esta vida de misterio y cuentos de terror.
-¿Crees que algún día él solo se de cuenta?- pregunto.
-He sido lo bastante cauta como para que él nunca sospeche. Además por lo que supe, nunca vio la ‘autobiografía’ del vampiro valiente- murmure. Ella asintió con indiscutible preocupación que no pudo esconder. Suspire y le pregunte sobre como se estaba tomando Tobías la relación que yo tenía con Cristóbal. Me contesto que las cosas no iban sobre ruedas, pero que se podría mejorar.
-¿Cómo?- pregunte rematadamente impotente.
-Intégralo más a tu vida, que no solo te bases en Cristóbal para sobrevivir. Incluso a mi me has dejado olvidada- reclamo.
-Lo se- afirme.
-Además, Tobías esta preocupado por nuestro secreto. Él no quiere que Cristóbal sepa de nosotros más de la cuenta- me explico con ciertos temblores en su cuerpo, no supe si tomar eso como que ella estaba de acuerdo con eso o algo aparte. Sin tomar mucha atención a su advertencia pensé en como me cambio la vida la llegada de Cristóbal a ella.
-¿Sabes? Es un cambio tan drástico enamorarse de alguien, cambia tu visión de las cosas por completo. Nunca pensé que algo así me podría suceder- confesé y mi fuero interno agregue: “aunque… creo que alguna vez habia sentido esto con más intensidad”. Ella ladeo la cabeza y me miro sorprendida. -¿Qué?- pregunte. Ella sonrió y bajo la cabeza.
-Lo se perfectamente. Se como se siente. Ya que cuando me transformaron yo... estaba enamorada de alguien- susurró descendiendo la mirada. Me interese en lo que tendría que contarme, Grace nunca hablaba de su vida pasada porque era doloroso. Para cualquiera era doloroso hablar de eso.
-¿Y que paso?- pregunte.
-Me dejo- contesto en un suspiro de lamento-, fui sincera con él contándole que yo ahora era una vampira y él... simplemente me dejo-. Oírla hablar fue lo más duro que me había tocado en la vida... perdón, existencia. Sus palabras estaban cargadas de dolor insoportable, acariciaba con dulzura la palabra ‘enamorarse’, pero con la misma intensidad maldecía la palabra ‘dejó’ con lamento interminable. Sonrió a duras penas y luego se apoyo en el respaldo de la silla.
-¿Cómo se llamaba?- pregunte un poco confusa.
-Arturo- respondió con un suspiro. Recordé al Arturo que hablo un día el tal Felipe.
-¿Y que paso con él?- pregunte y ella cerró los puños adolorida. Lamente haber echo esa pregunta, pero era necesario saber su pasado.
-Se convirtió- musito ella. “¿Se convirtió?, ¿Vampiro?” pensé aun confusa. Las cosas estaban tomando un cauce que no me gustaba para nada, pero igualmente quise indagar a fondo la vida de Grace.
-¿Quién lo convirtió?-
-No se, en realidad. Solo supe que estaba con una pareja y parece que fue ella con lo convirtió, supongo- dijo ella mas para si misma que respondiéndome. –Por eso te digo que se lo que sientes, un amor es algo que te cambia el mundo. Lo que te une a tus seres queridos queda nulo y tu fuerza de gravedad es la persona amada. No hay nada que hacer contra eso- afirmo Grace mientras comía unas papas fritas.
-¿Dieta humana?- pregunte.
-Junaeb- me contesto. –En el liceo te dan comida, hay que aprender a comer. Aunque sea asqueroso- dijo con una mueca de asco.
-No es tan malo- la anime.
-No, claro que no- me contesto con sarcasmo.

La tarde se paso lenta y después de la conversación con Grace no había mucho que hacer. La ayude un poco en sus tareas, pero luego eso me aburrió. Grace dijo que las dejaría para mas tarde porque ahora estaba arreglando la casa con lo cojines que había comprado. Eran azules y peluditos, eran bonitos pero un poco exagerados y nada parecido a los conejos, así que saque por conclusión que la etapa de los conejos para Grace estaba superada. Al rato fui a ver la casa de Cristóbal y ver que estaba bien. Por calma mía, él estaba bien tomando once con su familia, pero se le veía un poco preocupado. “¿Qué le podría estar pasando?” pensé, pero luego decidí dejarlo tranquilo. Llegue a la casa y Grace estaba en sus tareas concentrada... con su calculadora.
-Eso es trampa. Yo hacia todo sin calculadora. Además ¿para que la quieres si te sabes todo eso de memoria? Eres vampiro y tienes un cerebro espectacular, cierto?- dije con cierta ironía. Mi largo párrafo dejo a Grace mirándome fijamente con furia.
-Si, pero mi súper cerebro no quiere ni siquiera pensar en porque estoy sentada aquí- dijo con mas tranquilidad. Me senté en el sillón y mire la televisión. Tobías no se había aparecido por la casa y eso lo encontraba un poco raro, excepto a que él quisiera evitarme. Lo encontraba justo, pero triste. José Tomas estaba de caza y cuando llego pregunto por Tobías.
-¿No ha llegado?- pregunto cuando nosotras le dimos nuestra negativa sobre la llegada de Tobías.
-No- contesto Grace sentándose a mi lado. Había terminado sus tareas y ya tenia todo arreglado para el otro día.
-¡Que raro! Me dejo solo mientras cazaba, pero me aseguro que se venia a casa- explico. Trate de no darle muchas vueltas al asunto después de darme cuenta que Tobías si me evitaba. Vimos televisión sin ver nada en verdad. Y así pasaron horas y Tobías no llegaba...

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