martes, 30 de noviembre de 2010

Segunda parte del Capitulo 2: Confusion.

Capitulo 2

Confusion
(Segunda parte)

Era complicado hablar de sentimientos amorosos con una persona que los tiene por ti y tú… no por él… Ahí se encontraba mi problema, yo no sentía eso por Tobías ni ahora ni nunca, creo. Era mi hermano, mi amigo, mi confidente pero eso y nada mas, yo nunca llegue a imaginar que podríamos estar en esta situación. Un escalofrío recorrió mi cuerpo cuando me di cuenta que eran cosas muy duras como para decirlas así no mas, tenia que tener un poco mas de tacto con él porque se lo debía. Además nunca querría herirlo.
-Stephanie, no estoy pidiéndote algo, tan solo que sepas la verdad, no puedo estar ocultándote esto por más tiempo- me dijo tomándome las manos y llevándoselas al rostro. Primera vez que quise zafarme del toque de Tobías. “A ver, perdón… ¿por mas tiempo?” pensé aturdida. Dentro de mi mente los pensamientos eran frios, duros y sin ninguna gota de pena, me dio rabia. No quise preguntar porque no sabía si quería la respuesta. Tobías me quería más que una amiga, más que a una hermana… No, las cosas no podían complicarse así. Cuando por primera vez lo vi, senti algo dentro de mi, un escalofrio cuando me tocaba y miraba, pero después de un tiempo pude controlar eso a la perfeccion y evitar cualquier cosa que me trajera esos sentimientos de vuelta y lo habia hecho bien… hasta ahora. De repente recordé el viaje que habían hecho Grace, Tobías y José Tomas un día hace poco. Fue tan extraño, se fueron si motivo aparente y llegaron muy raros...
Era día catorce de Abril, lo recordaba porque esa fecha ellos siempre desaparecían y después de algunos años deje de preguntar donde iban, me resigne a vivir con ese misterio, tampoco quise seguirlos porque me metía donde no me llamaban. Tuve que ir sola al instituto porque se fueron a las ocho de la mañana. Fue un día aburrido y cuando llegue a casa solo espere que por fin llegaran. El primero en llegar fue José Tomas, venía muy extraño, un poco preocupado tal vez. Grace y Tobías llegaron al rato, pero venían más extraños aun. Observe minuciosamente a ver si encontraba algunas pistas de donde habían ido, pero venían totalmente arreglados, como si supieran que yo iba a fijarme en cada detalle y que no iba a pasar nada por alto. Se sentaron tranquilamente en living, Grace me saludo animadamente lo contrario a Tobías. Lo note incomodo cuando me acerque a él y pude ver como José Tomas suspiraba en silencio. Me sentí totalmente miserable porque el día anterior había tenido una discusión con Tobías sobre una tontería de la escuela. Fui muy dura y cuando él quiso quitarme mis sentidos con su don me defendí con mi escudo, aunque este era muy débil aun. Me senté al lado de Tobías, pero él no se digno a mirarme y su desprecio me dolió en lo más profundo del alma. Mi orgullo fue fuerte y no quise dar mi brazo a torcer. Al principio Grace quiso hacerse la desentendida del tema, pero luego se dio cuenta de nuestras posturas; éramos tercos.
-Stephanie... ¿estas bien?- pregunto Grace para ayudarme a empezar.
-No- respondí. Mi respuesta fue casi un reflejo. Tobías me miro preocupado y creo haberme sentido mejor. Él se acerco y me abrazo.
-No importa el incidente de ayer, sabes que nada de eso me importa, ademas fui yo él que trato de herirte. Es otra cosa la que me tiene así- susurro tan despacio que dudo que alguien mas que yo pudiera oír, aun para otro vampiro.
Sentí un alivio inmediato, pero una inquietud nueva; ¿que atormentaba a Tobías así?...
Con esa interrogante quede hasta el día de hoy; Tobías, desde ese día, se había dado cuenta que... me quería.
Se acerco y me abrazo, yo estaba aturdida y no podía reaccionar aunque lo agradecí, no sabia que habría hecho de estar en mis cinco sentidos. Mi mundo se vino abajo, no tan solo por la confesión de Tobías sino por mi propia confesión; yo luche mucho tiempo contra el amor que tenia por Tobías y esa lucha… la habia ganado. Pero no era lo demasiado fuerte o valiente para decírselo así solamente. Eso... dolía, poderosamente.
-Se hace tarde… ¿vamos?- susurro en mi oído. Me estremecí al sentir su aliento tan cerca, en estas circunstancias, después de saber todo lo que supe, no era ‘agradable’. Pude sentir como él suspiro disimuladamente. Dolió saber que le estaba infligiendo un sufrimiento innecesario. Se paró y me tendió la mano para poder pararme, no quise ser descortés y le acepte, pero luego corrí tratando de que hiciéramos una competencia. Cuando llegamos a casa, Grace sintió mi frustración y me di cuenta que se reservó sus preguntas. “¿Por qué?” pensé todo el camino al liceo. Habían tantas chicas que soñaban con él, que darían cualquier cosa por estar con él... incluso se convertirían en una de nosotros por estar con él. Pero no, tenia que ser yo, la tonta y egoísta de yo. Eran demasiados años conviviendo con él y luchando contra algo invisible que, por cierto ya derribe, como para que yo pudiera cambiar mi forma de quererlo ahora, era imposible...
-Estas callada, ¿por qué?- me pregunto Grace tratando de parecer desinteresada. Lo mire incrédula, ella tenia perfectamente claro de lo que me habló Tobías, yo estaba segura de eso. Al darse cuenta de mis miradas perdidas, agrego a su comentario: -Bien, lo se. Pero es que no puedo creer que lo tomaras mal. Llegue a pensar que tú también sentías algo por Tobías-. En su última oración sentí un escalofrío de miedo, odio contra mí, contra él, incluso contra Grace ¿Por qué no podía querer a otra chica? Él era muy bueno y yo... una descontrolada, tardé dos años en poder acercarme a los humanos y aun así tenia la tentación presente siempre, creo que pude tocar a un humano a los cinco años de mi transformación y con suerte. Para que decir a cuantas personas inocentes mate. Todavía pesa eso en mi conciencia, lamentablemente no puedo hacer nada por arreglarlo. Pero no ese era el tema que invadía mi mente en ese minuto. Yo en ningún punto era buena para él, o eso me hice creer yo por un buen tiempo antes y ahora mi teoria se confirma. Vi muchas veces a Tobías diciendo que no se enamoraría nunca y si lo hacia seria de una princesa que tuviera que ser salvada de un gran dragon, reia cuando lo escuchaba porque sonaba como las aspiraciones de un niño, pero ahora… él me amaba y si yo era su princesa, si yo estaba en peligro… yo no queria ser rescatada… no ahora, no por él.. Suspire y trate de volver a la conversación iniciada por Grace.
-En realidad, todavía estoy atónita, sorprendida... si es que ‘sorprendida’ es el término correcto- respondí un poco despacio, preguntándome si Tobías estaría escuchando cada palabra mía. Grace me hizo un gesto respondiendo a mi pensamiento. Volví a suspirar y sentí como todo se complicaba por el simple hecho de que yo no era digna para Tobías, era un completo error que él sintiera algo por mí de ese tipo.
Llegamos al liceo y había un pequeño bullicio en la entrada, mire a Grace confusa y un segundo llego Tobías a su lado, me sentí extraña ya que él siempre se ganaba a mi lado. Pero lo agradecí, en todo caso no era que hubiera querido que Tobías se ganara a mi lado. Por tercera vez, suspire y pude ver la realidad de ese gesto, era como si quisiera sacarme todo de adentro botando el aire de una manera fuerte. Pero no conseguía nada, solo sentirme mas desesperada por librarme de aquellos sentimientos. Cuando me entere el motivo del alboroto ocupo toda mi mente; un ataque ‘animal’ había sucedido el día anterior, como a las siete de la tarde. La última vez que había ocurrido una noticia de ese tipo fue cuando Tobías perdió los estribos en un momento de caza, la chica estaba demasiado cerca en el momento y lugar equivocado. Con Grace nos miramos preocupadas y me pregunte si un vampiro nómada estaba pasando por las cercanías de la ciudad, esperamos que fuerza razonable y que, si lo encontrábamos, le convenciéramos de dejar las proximidades porque nosotros tratábamos de llevar una vida normal. Tobías agachó su cabeza, creo que pensando en el incidente ocurrido hace algunos meses con la chica. Agite mi cabeza tratando de borrar lo ocurrido en el bosque en la mañana porque empezaba a recordar al ver la misma aflicción de Tobías...
-¿Qué creen que paso?- pregunto Tobías. Lo mire y trate de responder en el mismo tono desinteresado que uso él.
-Nómada- respondí. Grace se puso pensativa y concordó conmigo.
-Tengo el presentimiento que esto no es tan fácil como parece- dijo Tobías como a si mismo, como pensando en voz alta.
-¿Qué?- pregunto Grace pidiendo explicaciones. Por raro que parezca, yo tenía el mismo presentimiento. Era tonto pero era como si ese evento fuera el principio del fin. Intente no darle más importancia al suceso de la que en realidad tenía.
Las clases pasaron rápido o eso creo... de verdad, nunca sabía bien ya que los profesores ni siquiera se tomaban la molestia de preguntarme algo, tengo la seguridad de que me tienen miedo, sus subconscientes son capaces de captar lo que ellos no pueden. Por lo menos así podía quedarme quieta un buen rato, lo malo era que me quedaba mucho tiempo libre para pensar en las estupideces de la vida, inmortalidades de cangrejos, etc.
De camino a casa íbamos todos callados, nadie quería romper el silencio, los nerviosismos se notaban mucho y nadie sabía como pararlas. Me sentía atada de manos ante las tensiones que estaban presentes en esos momentos. Casi se me había olvidado el tema de Tobías, pero de la nada volvió a mi mente atormentándome nuevamente. Él no me miraba para nada y Grace caminaba con los ojos cerrados. En una situación así, Tobías hubiera hecho a Grace tropezar, ella hubiera caído a propósito pero no sin llevarse a Tobías con ella y hubiéramos reído sinceramente, pero ahora nadie quería hacer algo. Camine lentamente y deje que se adelantaran levemente solo para ver a Tobías; chico inteligente, gracioso y buena persona, guapo, sensible. Tobías era el chico perfecto, pero por una extraña razón yo lo veía como mi hermano y aunque intente verlo como a un hombre, no podía. ¿Cómo él pudo cambiar su forma de verme? Una interrogante que para mi no tenia respuesta. Quise poder abrazar a Tobías y decirle que yo igual lo quería de esa forma de nuevo, pero eso era un error, algo irrealizable, algo que nunca iba a suceder por más que yo y él quisiéramos. Aunque todo el mundo lo quisiera... porque ese sentimiento ya lo venci y nada, ni nadie… hara que vuelva.

Entrada la noche, José Tomas se mostró impaciente con mi ‘entrenamiento’ y me desafió a una pelea.
-No quieres eso- le sugirió Grace mientras salíamos. Había peleado con ella la noche anterior a la que pelee con Tobías y sabia de mi rendimiento.
-Déjalo- exclamó Tobías un poco divertido -, es su cuello-.
Sonreí pero después la pena me invadió, el tono de voz de Tobías se notaba claramente distinto a como me hubiera hablado dos días atrás. Caminamos hacia el centro del bosque con José Tomas y él estaba muy ansioso. Llegamos y deje que la furia se apoderara de mí. Por fin podría sacarla de mí.
-Hasta aquí no mas llegaste- le advertí. Él sonrió e inmediatamente después de ver mi postura de ataque dirigida hacia él, se estremeció. Abrió los ojos impactado. -¿Tienes miedo?- pregunte recalcando cada silaba en un tono espeluznante y emití un rugido que a cualquier humano que hubiera estado cerca lo dejaría sin aliento de inmediato.
-No- dijo José Tomas arreglándose la voz para contestar.
-Bien, entonces... ¿qué esperas? Atácame- le pedí. Él sonrió y empezó la batalla. Lo vi moverse rápidamente hacia mí, pero cuando él llego a mi posición yo estaba en la suya viendo todos los ángulos posibles para atacarlo. José Tomas me miro enojado, pero también lleno de satisfacción por mi respuesta. Caminó lentamente a mí y yo emití un nuevo rugido pero con más intensidad que me llegó a doler la garganta. Él se estremeció aunque intento ocultarlo, se hizo evidente. Quieta espere que se acercara un poco más a mí para poder hacerle una perfecta emboscada. Sentí como alguien se acercaba a nosotros y me voltee sin temor a un ataque de José Tomas.
-Grace...- suspire. Ella sonrió y miro a José Tomas haciéndome una seña de que él intentaba tomarme descuidada y desprevenida. Me gire en el instante que él quiso embestirme. Y corrí rápidamente para que me diera la espalda sin querer, me acerque sigilosamente mientras él me buscaba cuidadosamente. Cada movimiento era sincronizado y no hacia nada al azar menos contra él, sabia que era muy fuerte pero no debía subestimar a José Tomas. Se volteo y me miro con una sonrisa disimulada. Me irrite y quise poder acabarlo con rapidez, pero no sabia como. Volví a desaparecer de su vista e hice una ataque rápido, por el costado lo tomé al igual como lo había hecho con Tobías hace algunos días, fue efectiva ya que pude arrojarlo contra un árbol con mucha fuerza. El pobre árbol se rompió cuando el cuerpo de José Tomas chocó contra él y miles de astillas llegaron al suelo. Grace sonrió contenta y me pregunte por Tobías al mismo tiempo que corría porque José Tomas quería tomarme desprevenida... nuevamente. Él paró su camino antes de que esperara y me arrojo contra Grace. Ambas caímos al suelo con fuerza e irritadas por el comportamiento de José Tomas, Grace no estaba en esta pelea, ella había estado indefensa, eso era injusto. A Grace no le hizo más gracia que a mí. Se paró rápidamente y fue a atacarlo mientras yo todavía estaba en el suelo. Había que reconocer que la fuerza de José Tomas era increíble, sin precedentes. Pero igualmente, la irritación de Grace la hacia fuerte. Me quede quieta en el suelo viendo con la potencia que Grace lo acechaba y José Tomas se agitaba por el miedo y después de un rugido violento Grace se dispuso a agredirlo. José Tomas quedo en el suelo cuando Grace le dio un golpe en el estomago y quedó de espalda casi esperando que despedazara. Pero ella solo lo miró con cierta felicidad por ganarle en la batalla, lamentablemente no estaba todo dicho. Grace se volteo a verme y no alcancé a avisarle que José Tomas estaba parándose para poder atacarla, lo único que podía hacer era agredirlo yo y eso hice. Lo arroje contra el mismo árbol que antes, o lo que quedaba del anterior árbol.
-Suficiente clemencia hemos tenido contigo por hoy, José Tomas, tanto que deberías estar agradecido por seguir con vida. Así que... me retiro- dijo Grace con una voz pausada e infantil.
-Opino lo mismo- dije apoyando a Grace que ya empezaba a retirarse del lugar.
-Claro, es solo porque están aliadas. Espérense que las encuentre separadas...- alego José Tomas. Y creo que repitió lo mismo todo el camino de vuelta a casa, aunque no podría asegurarlo, mi mente estaba en otra cosa; Tobías.

Pasaron las semanas y todo había cambiado drásticamente, ya ni siquiera hablábamos entre nosotros y las peleas por entretención se habían acabado, íbamos de cada uno por separado, incluso Tobías y José Tomas estaban molestos entre ellos aunque sin motivo. Grace andaba completamente irritable y triste, por cualquier cosa explota en gemidos desgarradores y decía que ella quería llorar, que por primera vez en su existencia vampírica ella quería llorar. Luego se iba de la casa dejándonos a todos preocupados porque no volvía en las cuatro horas siguientes, aproximado.
Me sentía culpable por lo sucedido todas esas semanas, pero había algo que nos preocupaba en conjunto; los ataques. Últimamente iban aumentando y ahora estábamos seguros que uno de nuestro clan no era. Un día martes estábamos sentados en el living, sin decir ninguna palabra, y de repente José Tomas grito que porque Tobías hacia esto, refiriéndose sobre los ataques a las personas del pueblo, él respondió completamente enojado que no había sido él, que porque no le preguntaba a Grace. Ahí estalló la bomba porque yo no me quedaría callada, tenia perfectamente claro que Grace no había sido y a ella le influían mucho nuestras emociones. Fue una discusión bastante fuerte, pero nos sirvió para levantar cargos contra cualquiera de nosotros.
La primera semana fueron dos muertes extrañas, la segunda fueron dos mas y así ha continuado. La ultima fueron diez cadáveres apilados encontrados en medio del bosque, nuestra casa estaba cerca de donde ocurrieron los hechos y nos interrogaron, creo que no sospecharon nada.
Con Tobías las cosas iban cada segundo peor. En la misma disputa del día martes, nosotros seguimos discutiendo cuando nos topamos por casualidad en el bosque mientras cazábamos. Yo fui la que mas grito y él solo miraba el cielo, encontrando paz para no partirme el cuello, cortarme en pedazos y quemarme... la única forma en la que podíamos morir, pero llego Grace en ese preciso momento y eso impidió que yo y él fuéramos más allá con el altercado.
Las tensiones aumentaban y esto yo no lo podía aguantar por mucho más. Nadie lo haría.
Estaba sentada en mi cama mirando mi repisa llena de libros que cada uno lo había leído por lo menos tres veces, cuando siento que Grace entra en movimiento y se empieza a arreglar para ir al liceo. Me empecé a vestir, eligiendo cuidadosamente lo que me pondría... como si fuera a importarme. Me coloque unos jeans claros y estaba tontamente indecisa si ponerme una polera beige o celeste. Por una extraña razón... odiaba el beige, así que elegí el celeste, pero estaba tan furiosa que creo que no me di cuenta de lo que me ponía. Ya nadie usaba lentes de contacto porque todos íbamos de caza todos los días, solo para no vernos entre nosotros. Arregle la mochila y me dirigí al liceo. Ya cada uno se iba por su cuenta. Cerca de mi sala, vi a Grace que venia también y Tobías mas atrás.
Cuando me senté en mi puesto habitual escuche como unas chicas hablaba sobre nuestro distanciamiento.
-Pero si ya ni siquiera almuerzan juntos- dijo la pelirroja.
-¿Y cuando han almorzado?- pregunto sorprendida la mas pequeñas de las cuatro.
-En todo caso...- respondió la pelirroja.
-Yo creo que Tobías a tenido algún altercado con una de las chicas- supuso la rubia. En ese momento, Tobías escucho su nombre y puso atención en la conversación. A los segundos también se puso atenta Grace.
-Puede ser una buena oportunidad para conocer al chico misterioso- dijo coqueta la pelirroja. Ella se veía la más ilusionada, tanto como Catalina y Pamela. Cuando mire a Tobías, este sonreía levemente resignado por ella. Movía la cabeza de izquierda a derecha intentando darle la negativa a la chica.
-¿Saben? Ayer en la noche fui al cine y vi una película de... vampiros- dijo la otra morena, la que estaba más ida de la conversación. Cuando dijo la palabra ‘vampiros’ lo hizo casi en un susurro y temblando.
-¿Y?- pregunto la pelirroja mirando a Tobías. Pensé que en ese momento me dejaría de interesar la conversación, pero fue cuando me asustó.
-Es que cuando la vi, no pude evitar acordarme de ellos... o sea, quiero decir de... Grace, Tobías y Stephanie. Si los ve minuciosamente, son iguales en características físicas, sociales y psicológicas a los... vampiros- murmuro avergonzada y temblando mas notoriamente que antes. Los tres aludidos nos tensamos de un segundo a otro. Mire a Grace asustada y ella me miro de igual forma. Tobías se notaba nervioso y sabia que, por años de conocimiento, solo quería irse de ahí.
-Además- agregó la pequeña como liberándose de algo que pensaba hace mucho tiempo, pero también avergonzada -, ¿supieron que el ultimo ataque fue cerca de la casa de ellos? Yo me asuste mucho y... pensé en la misma película de la que Rocío habla-.
“Bien, esto va mal” pensé. Una película era una de las pocas cosas que hacían que la imaginación de los humanos se liberara junto con los libros. Hace muchos años estuvo de taquilla la película ‘Drácula’ y tuvimos que irnos del pueblo porque muchos empezaron a sospechar de nosotros, aunque el parecido era mínimo. “No otra vez” pensé un poco aturdida con los recuerdos de esa época. Quise poder salir de la sala pero seria muy evidente y no quería levantar mas sospechas. Luego las chicas empezaron a hablar de Pamela y Catalina porque habían faltado mucho últimamente.
Las clases se pasaron lento y solo pensaba en eso, ni siquiera en las últimas semanas de conflicto con mi familia. Cuando todo termino se veía al grupo de chicas anterior mirándonos un poco asustadas. “Genial” pensé sarcásticamente. Íbamos de camino sin querer romper el silencio, otra vez pero ahora era por un motivo diferente; la película y las sospechas de las chicas. No teníamos idea si ellas dirían sus especulaciones a otras personas y si así era, como lo tomarían las otras personas. ¿Les creerían o solo dirían que es una tontería?
-Tengo miedo- dijo Grace acongojada. Tobías la abrazó y le susurró que todo iría bien. No pude evitar sentirme un poco... rara. Los mire todo el camino y seguían en la misma posición. Me adelantaron y yo no quise ponerme a la par, estaba temblando a cada minuto recordando la conversación de nuestras compañeras. Cuando Tobías y Grace llegaron al umbral de la puerta, Tobías se quedo esperándome.
-¿Qué crees que debemos hacer? A Grace no se le ve bien y ella no podrá tomar una decisión correcta, esta muy aterrada- me dijo, sin ni siquiera mirarme. Sentí pena por lo que se había convertido nuestra relación. Quise poder retroceder el tiempo y que él no sintiera nada por mí más allá de un amor fraternal. Lamentablemente, eso no sucedería y tendría que aguantar todo esto porque en gran parte era mi causa.
-No se, yo también estoy... asustada con todo, no deseo volver a dejar todo atras- murmure dejando que el dolor que había evadido de todo momento anterior. Él suspiró inquieto y dio un paso en mi dirección y luego se detuvo, sopesó la opción de abrazarme y luego volvió al umbral de la puerta con una expresión punzante. No pude evitar acercarme a él y preguntarle que le pasaba, aunque supiera la respuesta. Yo todavía lo amaba como un hermano y era uno de mis pilares en la vida. No me respondió la pregunta y tuve que cambiar mi tono.
-¿Qué pasa, Tobías?- pregunte mas enojada. Él me miro con la misma expresión dolida y rápidamente... me besó.
Sentí como estaba inseguro de hacerlo, pero también fue amable con un toque pasional. Yo me encontraba dividida porque no quería dañarlo apartándome de su beso, pero tampoco era que quisiera besarlo. Deje que terminara todo, devolviendo el beso sutilmente. Tobías me miro y encontré en sus ojos una chispa de satisfacción, pero también de ilusión. Y dentro de mi, encontré las mismas sensaciones… en un espacio muy profundo de mi..

1 comentario: