martes, 30 de noviembre de 2010

Capitulo 1: Extraños.


Capitulo 1

Extraños



Corrí tan rápido como pude tras del. Pero lamentablemente me llevaba décadas de ventaja. Me entretuve viendo su expresión y luego me enfurecí. Intente atacar por detrás, pero en cuanto lo intente él ya estaba listo para protegerse. “Maldito” pensé un poco molesta y disconforme conmigo misma. Tobías era invencible en una pelea y yo nunca lo había comprobado hasta hoy. Este maldito, repentino interés que había mostrado era casi desconcertante cuando me daba cuenta que era débil.
-Izquierda, Stephanie- grito Grace y en cuanto lo hizo me di cuenta que Tobías venia en esa dirección a atacarme. Apreté mis puños controlando la rabia que corría por todo mi cuerpo. Él sonrió y caminaba de un lado a otro con paso tranquilo, pero no le di oportunidad de sonreír por mucho más; ataqué por el costado y creo que fue una buena técnica, caímos al suelo y dimos varias vueltas recorriendo varios metros. Sin darme cuenta Tobías ya estaba de pie esperando que yo me parara y peleara otra vez. “Idiota” pensé mas molesta aun, había sido forma fácil de ganarme y dar por terminado esto de una vez, pero no… quiso seguir humillándome. Grace me miraba preocupada y note sus ganas de que esto terminara pronto. Lo mire desafiante y él me miro coqueto, con coquetería fingida e irritante para mi. Volví a intentar atacar a Tobías por sorpresa, pero cuando yo recién lo pienso él ya tiene una plan para zafarse. “Bien, quiere guerra… guerra tendrá” fue mi ultimo pensamiento de esa noche. El cielo estaba oscuro e incluso las estrellas se veían con dificultad. Alrededor, los árboles disfrutaban de nuestra pelea… de mi derrota. Ya no había animales en el bosque, el miedo los hizo esconderse. Por un momento, Tobías ya no estaba en mi perímetro de vista y esta vez Grace no alcanzo a avisarme, empezaba a emitir un pequeño sonido cuando Tobías me tomo de lo brazos y con ligero golpe me tiro al suelo dejándome indefensa, tomo mi cuello y ese era el fin…
-Buena pelea- grito José Tomas. Él estaba muy emocionado porque me interesara en luchar. A él le encantaba y me veía como una pequeña rata blanca para un experimento; hasta que grado era fuerte. Mi emoción por eso no era mucha. Grace suspiro al verme en el piso sin proteccion y murmuro por lo bajo qe algun dia yo venceria.
Me pare del suelo con la ayuda de mi vencedor y él sonrió, me llevo abrazada de vuelta a casa.
Así se paso la noche y un entretenido panorama.

-Sabían que es súper tarde- dije a toda voz cuando eran las siete y cincuenta y ocho de la mañana del día lunes. Suspire y sentí como el día seria muy frío en Johady… típico para ciudades como esta, tan cercanas de Alaska y para el lugar en el que se encontraba la casa; un bosque. Bueno, en todo caso nos convenía que todo fuera así, no queria que nadie notara lo extraño que se ceia nuestra piel al sol, como brillantes Mire a mi alrededor y supe que las personitas que esperaba estaban en el segundo piso arreglándose para el liceo, “¡Que estupidez!” pensé molesta. ¿Con que fin se arreglaban para el liceo? O sea, me refiero a que es solo el liceo, no una pasarela ni nada por el estilo. Tuve la sensación de que no seria un gran día.
-Lista- exclamo Grace mientras bajaba la escalera con suma elegancia, como una pequeña bailarina. Me pare del sillón y tome mi mochila dispuesta a irme, eran las ocho de la mañana y caminado eran aproximadamente quince minutos… para la gente normal, digo yo. Grace, al ver mi cara de consternación ante la situación, dijo: -¿Y quien va a caminar?-. Sonreí por su absurda acotación, era obvio que a esta hora nadie se iba a ir caminando. Suspire fuertemente y ella rió. Por fin Tobías bajó. Estaba irritado porque habia estado buscando una polera que Grace deshecho.
-Y tú… pareces chica- musite media enojada, media divertida. Él puso su cara de molesto y no tomo en cuenta mi exclamación amorosa del día, y eso que habia dicho eso con todo mi amor. José Tomas bajó suspirando y ya cansado. ¿Se puede saber que tanto hacia en la vida?
-Son peleadores- nos dijo con cierta irritación. “Ops! Mal día” pensé nuevamente. Estábamos todos un poco enojados con cualquiera y a la primera… “Todo va sobre ruedas” pensé sarcásticamente. Grace sonrió y actuó sobre nosotros.
-Genial Grace, déjame ya. Suficiente- exclamó Tobías. Yo sonreí porque era inevitable sentirse como Grace quería que lo hicieras. Con un solo gesto deje en claro que acababan de tocar el timbre en el liceo. Tobías, Grace y yo tomamos nuestros bolsos y nos fuimos al liceo. Y José Tomas, teniendo el aspecto de chicos de nuestra edad ficticia, no tenía intenciones de ir no hoy ni en unos veinte años más.
Yo lo mire fijamente con este pensamiento y él me miro incrédulo.
-Buena suerte para el día… los vampiros valientes- dijo él. Reí y también él. Después de todo eso éramos… vampiros...

No hay comentarios:

Publicar un comentario